Al presentar la solicitud para obtener una nueva licencia para operar en la ciudad, el Departamento de Transporte londinense la rechazó por considerar que Uber no es un operador apto para competir en autos de alquiler. Uber dijo que apelarà en forma inmediata.
La licencia actual expira el 30 de septiembre, pero luego tendrá 21 días para apelar y podrá seguir funcionando mientras dure todo el proceso.
La decisión de Transport for London fue respaldada por el alcalde de la ciudad Sadiq Khan, el sindicato de choferes del “auto negro” y por grupos que bregan por los derechos de los empleados.
Pero fue mal recibida por los usuarios de Uber, que en este momento ascienden a 3 millones y medio de londinenses. También se oponen los 40.000 conductores con licencia que dependen de Uber pasra su subsistencia.
“Esta compañía inmoral no tiene lugar en las calles de Londres”, dijo el alcalde de la ciudad.