En 2017 los lobistas de Infosys, la gran empresa de servicios de TI, invirtieron US$ 200.000 en Washington. Eso es cuatro veces más que el año anterior, según informa la ONG Center for Responsive Politics.
TCS, la más grande de las empresas indias que operan para Estados Unidos, aumentó 37% su gasto en lobby en 2017. Esta actividad, o sea tratar de influir en las decisiones políticas del gobierno, ha cobrado una importancia sin precedentes para las tecnológicas de origen indio desde que Donald Trump asumió la presidencia.
Antes solían evitar el lobby y recurrían al amparo de las organizaciones comerciales, pero el clima actual en Estados Unidos es mucho más amenazador y por primera vez ven realmente peligrar su negocio de outsourcing valuado en US$ 117.000 millones.