Nissan pagó más de US$ 2.000 millones para tomar el control de Mitsubishi, que viene golpeada por una serie de escándalos por problemas de calidad en sus unidades.
La compra lleva a Mitsubishi a la alianza Nissan Renault, instalada y manejada por Ghosn. Las tres compañías van a fabricar alrededor de 10 millones de vehículos al año, una producción similar a la de Toyota, el más grande productor del mundo, y Volkswagen, el segundo.
El triple CEO dijo ayer que “la combinación de Nissan, Mitsubishi Motors y Renault creará una nueva fuerza en el mundo automotor. Será uno de los tres grupos más grandes, con economías de escala, tecnologías revolucionarias y una capacidad para producir vehículos capaz de atender las demandas de los consumidores en todos los segmentos del mercado del mundo“
Ghosn compartirá el rol de CEO de Nissan con Hiroto Saikawa, el director de competencia. Osamu Masuko quedará como presidente y CEO de Mitsubishi.