Toshiba, un gigante en decadencia

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La gran empresa japonesa que fue creciendo paulatinamente hasta ubicarse en los primeros puestos del mundo, hoy  lucha por sobrevivir. ¿Por qué? ¿Qué pasó en el medio?

La compañía que supo ser un gigante tecnológico japonés dijo el mes pasado que no sabe si va a poder sobrevivir. En los últimos 20 años no pudo o no supo incorporarse a la nueva economí global.

 

Toshiba, fundada en 1939, fue el resultado de la fusión ente Tokyo Electric Company y Shibaura Engineering Works, las dos grandes innovadoras del momento  Llegó al pico de su florecimiento en los años 80 y 90, años en que el gobierno de Japón otorgaba préstamos y subsidios  y ponía límites a la competencia para ayudar a que exporten las empresas nacionales de tecnología. En 1985 lanzó la primera tableta “IBM compatible”, o sea con los mismos componentes y el mismo softweare que las PC del momento. Inventó la memoria flash y un chip de memoria que podía almacenar datos sin energía, o sea que servía como alternativa de almacenamiento al disco duro. O sea, inventó la primera memoria con tecnología flash.

La fortuna dejó de sonreirle a la empresa japonesa cuando llegó Internet. Con Internet creció el número de personas que querían una computadora y por todos lados aparecieron fabricantes más baratos.  Toshiba, Sony y otras compañías japonesas , que en aquellos años 80 y 90 reinaban en el mundo de la electrónica hoy no llaman la atención a nadie. Los consumidores buscan la marca más barata, no la más prestigiosa.

La competencia, a la que se le sumó la crisis del 2008, te3rminó de destruirla. La división PC se contrajo 80% entre 2007 y 2015. En ese último año alguien de la compañía filtró la información que la compañía había declarado más ganancias operativas que las reales. Para tranquilizar a los inversores, la dirigencia había recurrido a la contabilidad creativa.

Se supo que el CEO de Toshiba, Hisao Tanaka, estaba directamente vinculado en el “inflado” de las cifras contables, algo que se estuvo realizando de manera deliberada desde el año 2008. En señal de arrepentimiento pidió disculpas en rueda de prensa e hizo una reverencia a los presentes.  Ese escándalo sirvió también para poner al descubierto los problemas de la compañía . Los gerentes, acostumbrados  a dejar atrás a todos sus competidores, se resistían a dar la mala noticia a los inversores y accionistas. Esa cultura hizo desviar la atención de la compañía de la innovación en un momento en que tanto la necesitaba.

Luego compró Westinghouse, la productora norteamericana de instalaciones de energía nuclear, un campo en el que Toshiba no tenía experiencia.

Toshiba no es la única en desgracia. Sony está corriendo una suerte parecida. Ya se desprendió del negocio de las PC, recortó sin asco su negocio de teléfonos  y ahora su actividad más rentable es la venta de segturos de vida.

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