Estamos en la era digital, pero tener tarjetas de presentación tradicionales continúa siendo muy útil, particularmente al hacer networking e intentar atraer nuevos clientes. Cuando se presentan de la manera correcta, estos elementos de papel pueden funcionar como una poderosa herramienta de branding y permitir que las personas nos recuerden rápidamente.
Diseño profesional
La tarjeta de presentación debe lucir consistente con el resto de los materiales de marketing. Los diseños genéricos pueden hacer que se pierda entre la masa; mejor, escoger uno que refleje nuestra marca personal y profesional. Contratar a un buen diseñador para obtener mejores resultados puede terminar saliendo más barato que usar un diseño genérico.
Priorizar la legibilidad sobre la creatividad
Las fuentes decorativas, pesadas y muy estilizadas pueden dificultar la lectura. Las tipografías sencillas son las mejores. Conviene mantener el tamaño de la fuente suficientemente grande para que los clientes potenciales no tengan que ponerse los lentes o forzar la vista para leer nuestra información de contacto.
Pensar y elegir sabiamente el layout
El tamaño tradicional de las tarjetas de presentación es de 8 cm x 5 cm. Las tarjetas con bordes circulares o poco comunes son más memorables, aunque más difíciles de guardar. Si imprimimos información en la parte de atrás, que sea solamente algo vital. Por ejemplo, si hacemos negocios en distintas partes del mundo podríamos escribir la información en español por un lado, y en inglés por el otro.
Evitar los colores chillone
Un color brillante puede hacer que la tarjeta destaque, pero hay que asegurarse que sobresalga por las razones correctas. Eligir un color que no distraiga del logotipo o información de contacto. Para facilitar la lectura, se pueden imprimir las letras en un color oscuro como negro, azul marino o un gris oscuro.
Incluir múltiples formas de contacto
Mínimo, hay que incluir tres tipos de información: nombre, teléfono y dirección de correo. Si el espacio lo permite, que haya lugar el nombre de la empresa, dirección y sitio Web. Que sea simple y profesional.
Chequear dos veces la escritura
Las faltas de ortografía o errores de tipeo pueden afectar una marca personal. Los clientes potenciales van a juzgar la calidad de tu tarjeta de presentación. La atención al detalle es muy importante. Hay que reimprimir las tarjetas en cuanto cambie la información; evitar escribir a mano la información actualizada para sólo para ahorrar dinero. Las tarjetas de presentación siempre deben ser actuales y presentables.