SQM, Sociedad Química y Minera, y principal productor de litio en Chile, ha iniciado contactos con Tesla, la fábrica de autos eléctricos de Elon Musk, que quiere invertir en un componente básico de la batería, pieza central de este tipo de vehículos.
La intención de Tesla contempla construir una planta procesadora en Chile, para producir el litio de alta calidad para sus baterías. Si se concreta será un paso estratégico que permitirá a Tesla asegurarse productos básicos, justo cuando esos precios se están disparando por la buena acogida que han tenido los vehículos eléctricos.
Para cualquier empresa embarcada en el campo de la electro-movilidad, Chile es un país clave –como también lo es Argentina, otro gran productor de litio, donde ya está operando Toyota). Este tipo de fabricantes de automóviles han comenzado a buscar materias primas de calidad a medida que el volumen de producción, aumenta.
Si hay acuerdo, Tesla podrá producir el hidróxido de litio para sus baterías directamente desde el lugar en Chile. Tiene incluso la posibilidad de atraer un socio a ese país para fabricar los cátodos de la batería, ya que hay abundante y barata energía solar.
Del otro lado de la cordillera
No es la quimera del oro, ni tampoco se puede hablar de una fiebre mundial por el litio. Pero sin lugar a dudas, es una chance que tiene la minería argentina para expandirse. Según proyecciones del Gobierno nacional, la Argentina podría alimentar entre 57% y 70% de la demanda mundial de litio prevista para 2021. Para lograr ese objetivo se necesitan U$$ 2.200 millones de inversión.
Hasta fines del siglo 20, el litio ocupaba un lugar secundario en el escenario industrial que se vinculaba con el sector nuclear de Estados Unidos. Hasta ese momento el Gobierno estadounidense compró grandes cantidades del mineral para resguardar la operatoria de sus centrales nucleares.
El Departamento de Estado lo consideraba un mineral estratégico, por lo que acopiaba un poderoso inventario de hidróxido de litio en depósitos militares. La otra línea histórica de la demanda provino del segmento de cerámicas y vidrios, que todavía lo consume en diferentes etapas de su producción.
Cuando en 1998 Estados Unidos decidió no considerarlo más como insumo estratégico, su precio se desplomó y obligó a cerrar varios proyectos extractivos a escala global. Casi 20 años después, su realidad es completamente distinta. El litio, el mineral más liviano del planeta, vive hoy una especie de boom con precios que se elevaron casi 50% en los últimos cuatro años. El valor de la tonelada de carbonato, el derivado que se utiliza para fabricar baterías de iones de litio para equipos electrónicos, autos eléctricos y fuentes de almacenaje de redes inteligentes de energía, registró picos cercanos a US$ 18.000, el triple que en 2014, cuando promedió los US$ 5.050. En 2016, el valor medio fue de US$ 7.450.
Hoy el país produce alrededor de 35.000 toneladas anuales.