<p>Tras escándalos, crisis familiares y ajustes, el esquema básico continúa a prueba de balas, por lo común disparadas desde dos reductos prooccidentales: Singapur y Hongkong. <br />
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Como se sabe, Samsung Electronics Co. (SEC), es núcleo del mayor chaebol del país y máxima empresa tecnológica mundial en ventas. Ahora, encara una diversificación que le tomará diez años, orientada a una gama de áreas nuevas. A la sazón, la firma emblema del grupo florece: las utilidades del primer trimestre se septuplicaron a US$ 3.900 millones, con ventas por 79.000 millones. <br />
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En la actualidad, es el mayor fabricante de microprocesadores (superó a Intel) y pantallas ultrachatas de cristal líquido (PCL). Aparte, es el segundo productor mundial de celulares y, en cualquier momento, la pasa a la finesa Nokia. Pese a esos éxitos, el presidente Li Kun-hi –repuesto en marzo, tras un escandaloso indulto presidencial en un caso de corrupción- insiste en diversificar para mantener liderazgo. <br />
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Como la palabra del autócrata es ley, aquellos US$ 21.000 millones se colocarán en sectores claves para llegar a ventas por US$ 44.000 millones hacia 2020. Pero no todos implican novedades.<br />
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El primero, S-LCD, es un emprendimiento conjunto (50-50%) con Sony, donde se invertirán US$ 4.000 millones para fabricar díodos luminosos para PCL. El segundo, SDI, dedicará unos US$ 6.000 millones a células solares y baterías recargables para vehículos híbridos. Otros dos involucran biofarmoquímicos y terapias electrónicas y totalizan US$ 11.000 millones.<br />
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Las 67 subsidiarias del chaebol suman activos por US$ 1,54 billones, en tanto las ventas rozan 1,50 billones. Samsung representaba en 2009 un quinto de las exportaciones surcoreanas que, en enero-abril últimos, totalizaron US$ 141.000 millones. En conjunto, emplea 276.000 personas y tomará 45.000 más de ahora a 2020.<br />
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Naturalmente, el papel de Li Samsung es esencial, pero su gestión no está exenta de controversias. Tercer hijo del fundador, Li Byung-chul, asumió la presidencia en 1987, a la muerte de su padre. Renunció en abril de 2008, procesado por evasión fiscal y otros cargos. Cuatro meses después, le aplicaron una multa de US$ 109 millones y tres años en suspensión. Como es habitual entre magnates surcoreanos, en diciembre el gobierno le conmutó la sentencia.</p>
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Surcorea: se consolida la influencia de los chaebol
Días atrás, sin que lo notaran mucho en Occidente, el chaebol conglomerado de tipo familiar- Samsung informó que invertirá US$ 21.000 millones en diversificar sus negocios centrales. Ello pese a persistentes críticas a este modelo empresario. En realidad, es copia del zaibatsu/keiretsu japonés, sin su antigüedad.