El clima bursátil neoyorquino, justo al cierre, era curioso. Por una parte, varias fuentes fiables –vinculadas a las dos compañías y AOL misma- afirmaban que las “tratativas exclusivas” empezaron a primera hora del viernes y continuarían durate el fin de semana.
En el otro extremo, ninguna autoridad de Google o Time Warner y tampoco gente del nivel gerencial querían abrir la boca. Sus comunicaciones estaban cortadas con operadores, intermediarios, firmas de valores, prensa especializada y analistas de Wall Street.
Sea como fuere, estas negociaciones o los insistentes trascendidos al respeto son una cachetada a Microsoft. Ni siquiera las huestes de William Gates lograban quebrar el silencio de radio. Eso es significativo, pues Microsoft se consideraba favorito en la puja por AOL. Por supuesto, tampoco quería formular comentarios sobre el asunto, al menos en caliente.
El clima bursátil neoyorquino, justo al cierre, era curioso. Por una parte, varias fuentes fiables –vinculadas a las dos compañías y AOL misma- afirmaban que las “tratativas exclusivas” empezaron a primera hora del viernes y continuarían durate el fin de semana.
En el otro extremo, ninguna autoridad de Google o Time Warner y tampoco gente del nivel gerencial querían abrir la boca. Sus comunicaciones estaban cortadas con operadores, intermediarios, firmas de valores, prensa especializada y analistas de Wall Street.
Sea como fuere, estas negociaciones o los insistentes trascendidos al respeto son una cachetada a Microsoft. Ni siquiera las huestes de William Gates lograban quebrar el silencio de radio. Eso es significativo, pues Microsoft se consideraba favorito en la puja por AOL. Por supuesto, tampoco quería formular comentarios sobre el asunto, al menos en caliente.