El grupo, fundado por el británico Cecil Rhodes, viene explotando esa mina desde hace más de un siglo. Dominó la explotación y comercio de la piedra desde la década de los años 1870 y desde entonces se convirtió en la más importante minera de diamantes del mundo.
Hoy, con mayoría accionaria anglo- norteamericana, dice haber invertido en ella hasta el año 2018 y que los nuevos dueños sólo necesitarían poner solamente capital de trabajo para extenderle la vida potencial hasta el 2030. En realidad De Beers hace ya nueve años que no excava más en busca de diamantes en Kimberley sino que se está recuperando diamantes de rocas previamente extraídas. Un proceso que llaman “tailing”.
De Beers produjo el año pasado 772.000 quilates de diamantes en Kimberley, convirtiéndose en la mayor fuente de gemas en Sudáfrica. Los “tailings” se están convirtiendo en una parte cada vez más importante de la industria porque no se han descubierto importantes depósitos de diamantes desde la década de los años 1990.