Los ambientalistas ganaron en mayo el juicio en el que acusaban a Shell de no reducir sus emisiones con la suficiente celeridad. Van Beurden dijo que Shell apelará la decisión del tribunal peor mientras tanto acelerará la transición. “Para Shell este fallo ni significa un cambio sino una aceleración de nuestra estrategia”, escribió en LinkedIn.
El grupo Milieudefensie, la rama holandesa de Friends of the Earth, que demandó a Shell, argumentó que Shell tenía una obligación de derechos humanos de poner su negocio en línea con los acuerdos internacionales para evitar el calentamiento de la tierra. Por lo tanto, Shell debe recortar para el año 2030 45% sus emisiones de CO2 con respecto a los niveles de 2019. El fallo abarca las actividades de Shell en todo el mundo.
Van Beurden dijo que lamenta que Shell haya sido señalado por un fallo que, según él, no ayuda a reducir las emisioens globales de CO2. Pero dijo estar decidido a asumir el desafío. Insistió en que esto no representa un cambio de estrategia para la compañía peor que analizará si la actual estrategia se puede implementar con mayor rapidez. Fijará metas rigurosas y de corto plazo para lograr cero emisiones para 2050. Emisiones cero neto significa que mientras la firma seguirá responsabilizándose por algunas emisiones de gases de invernadero, éstas se reducirán toda vez que sea posible y el resto compensado con inversiones que reduzcan las emisiones en otras partes.
“Durante mucho tiempo vamos a seguir proveyendo energía en forma de productos de gas y petréoleo para satisfacer la demanda de los clientes y para mantener la copañía financieramente fuerte”, afirmó en un post. “Necesitamos esta fortaleza financiera para seguir atrayendo inversiones a Shell. Entonces podemos entregar la energía que necesita el mundo, invertir en energía de bajo carbono y mantener los medios de vida en las comunidades donde operamos además de los de nuestros clientes, empleados y contratistas”.
Agregó que para lograr la transición hacia energías limpias habría que tomar medidas para cambiar la demanda, no solo la oferta. “Imaginemos que Shell dejara de vender nafta y diesel hoy. Eso ciertamente recortaría las emisiones de Shell . Pero no ayudaría en nada al mundo. La demanda de combustible no cambiaría. Simplemente la gente iría a cargar los tanques de sus autos y camiones a otras estaciones de servicio”.