Todas las compañías químicas norteamericanas se benefician, aunque no en la misma medida, con la baja en los costos de la energía y las materias primas más baratas.
Dow es una de las que más se benefician Ya ha prometido expandir sus operaciones al Golfo de México con una inversión de US$ 6.000 millones en instalaciones.
Dupont, por su parte, ha preferido especializarse en el negocio químico de alta investigación y desprenderse de sus operaciones en Teflon y pigmento de pinturas, que de ahora en adelante formarán una nueva compañía llamada Chemours, según informa el Financial Times.
El cambio de suerte de las compañías químicas se debió al boom del shale gas, que está dándoles energía barata y materias primas para sus productos. Diez años atrás, en cambio, cuando el panorama era oscuro para la manufactura norteamericana de productos como etileno, le material básico para una serie de productos incluidos los plásticos, las empresas trabajan de diversificar hacia actividades más lucrativas, o sea fabricar químicos especialmente pensados para determinados sectores como la agricultura o la electrónica.
El informe de la consultora estima que la industria química norteamericana ha invertido US$ 15.000 millones en producción de etileno, aumentando 33% la capacidad. A medida que estas inversiones crecen, habrá más oferta y Estados Unidos podría convertirse en un proveedor barato de energía y materias primas para la industria química.