Samsung Electronics, la joya tecnológica en la corona de Corea del Sur inauguró a mediados de julio una gran instalación en las afueras de Nueva Delhi, India, para fabricar teléfonos en la nación más populosa del mundo. Intenta así aprovechar la gran explosión del mercado de smartphones en ese país.
La compañía espera que la nueva fábrica le ayudará a aumentar su producción de teléfonos en India para llegar a los 120 millones en 2020., casi el doble de los 68 millones que produce ahora.
En la actaulidad el grupo surcoreano pierde terreno en la india frente a su competidora china Xiaomi. Con teléfonos relativamente más baratos los chinos la superaron en ventas en diciembre del año pasado. Y no dan señales de desacelerar: en abril anunciaron su proyecto de triplicar sus instalaciones industriales en India.