El propio presidente de la Federación Rusa aprobó una propuesta para que OAO Russian Aluminum (Rusal, la más grande) absorba su rival más chica, OAO Sual Group. Así reveló el miércoles a Bloomberg’s un alto funcionario que pidió no ser identificado.
Los términos del acuerdo se difundirán en cualquier momento. Los activos de Glencore International, operador de mercado registrado en Suiza, quedarán incluidos a cambio de una participación en la futura empresa.
Al tomar Sual (que vale alrededor de US$ 3.300 millones) por canje de acciones, el dueño de Rusal, Ólyeg Dyeripaska, habrá creado una conglomerado capaz de producir más que la líder norteamericana Alcoa, hoy primera del mundo.
El juego geopolítico de Putin es claro. Tras consolidar el control estatal sobre hidrocarburos, metales y energía, está en condiciones de aspirar a un papel hegemónico en varios sectores de la economía global. “La meta a largo plazo ha sido establecer paladines nacionales y proyectar su poder al exterior vía esas compañías”. Así afirma Timothy Brenton, analista político en Renaissance Capital, Moscú.
El 25 de agosto, Rusal, Suak y Glencore ya habían firmado un convenio no vinculante, como se dio cuenta recién ayer el “Financial times”. A través del holding Basic Element, Dyeripaska tomará los activos de alúmina que controla Glencore, emitiendo acciones, y controlará 64,5% de la nueva sociedad, con 14% para Glencore y 21,5% para Sual.
La violenta alza en precios de materias primas ha causado más de US$ 100.000 millones en fusiones y adquisiciones alrededor del mundo este año. El miércoles mismo, con el petróleo flojo, el aluminio ganó 1% a US$ 2.495 la tonelada métrica. O sea, 9,6% en cuanto va de 2006. Si este insumo no subió tanto como el cobre es porque su máximo demandante, China, elevó producción propia y redujo importaciones. El nuevo conglomerado ruso representará 11% de la producción mundial, excluyendo material reciclados.
El propio presidente de la Federación Rusa aprobó una propuesta para que OAO Russian Aluminum (Rusal, la más grande) absorba su rival más chica, OAO Sual Group. Así reveló el miércoles a Bloomberg’s un alto funcionario que pidió no ser identificado.
Los términos del acuerdo se difundirán en cualquier momento. Los activos de Glencore International, operador de mercado registrado en Suiza, quedarán incluidos a cambio de una participación en la futura empresa.
Al tomar Sual (que vale alrededor de US$ 3.300 millones) por canje de acciones, el dueño de Rusal, Ólyeg Dyeripaska, habrá creado una conglomerado capaz de producir más que la líder norteamericana Alcoa, hoy primera del mundo.
El juego geopolítico de Putin es claro. Tras consolidar el control estatal sobre hidrocarburos, metales y energía, está en condiciones de aspirar a un papel hegemónico en varios sectores de la economía global. “La meta a largo plazo ha sido establecer paladines nacionales y proyectar su poder al exterior vía esas compañías”. Así afirma Timothy Brenton, analista político en Renaissance Capital, Moscú.
El 25 de agosto, Rusal, Suak y Glencore ya habían firmado un convenio no vinculante, como se dio cuenta recién ayer el “Financial times”. A través del holding Basic Element, Dyeripaska tomará los activos de alúmina que controla Glencore, emitiendo acciones, y controlará 64,5% de la nueva sociedad, con 14% para Glencore y 21,5% para Sual.
La violenta alza en precios de materias primas ha causado más de US$ 100.000 millones en fusiones y adquisiciones alrededor del mundo este año. El miércoles mismo, con el petróleo flojo, el aluminio ganó 1% a US$ 2.495 la tonelada métrica. O sea, 9,6% en cuanto va de 2006. Si este insumo no subió tanto como el cobre es porque su máximo demandante, China, elevó producción propia y redujo importaciones. El nuevo conglomerado ruso representará 11% de la producción mundial, excluyendo material reciclados.