Richard Branson, fundador de Virgin Group, estaba en conversaciones sobre una inversión de US$ 1.000 millones del gobierno saudita en las compañías espaciales de Virgin. Pero anunció que el plan se interrumpe por las dudas que crecen sobre la responsabilidad del gobierno saudita en la desaparición de Jamal Khashoggi, un periodista saudita crítico del gobierno luego de haber sido asesor de la familia real. Se sabe que Khashoggi entró al consulado (para conseguir los papeles que necesitaba para casarse con su novia turca) pero nadie lo vio salir. Especialmente su novia, quien quedó esperándolo en la puerta.
“Lo que supuestamente ocurrió en Turquía sobre la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, si se comprueba su veracidad, dañaría la posibilidad de cualquiera de nosotros en el mundo occidental de hacer negocios con el gobierno saudita”, dijo Branson el jueves.
Khashoggi es un residente norteamericano quien voluntariamente se exilió de Arabia Saudita manifestándose abiertamente crítico del gobierno del príncipe coronado Mohammed Bion Salman.
La policía de Turquía ha comunicado al gobierno de Estados Unidos que está en posesión de grabaciones de audio y video que demuestran que Khashoggi fue asesinado dentro del consulado.
Virgin estaba en conversaciones con el fondo soberano saudí sobre una propuesta inversión de US$ 1.000 millones en las compañías espaciales Virgin Galactic y Virgin Orbit.
El plan de inversión formaba parte de los esfuerzos sauditas por diversificar su economía y reducir su dependencia de la ganancia petrolera.
Branson anunció también que abandonará su rol de director en dos proyectos turísticos sauditas que se proponen unas islas en el Mar Rojo en en centros vacacionales exclusivos.