En Estados Unidos, Jack Daniel anunció que proyecta invertir más de US$ 100 millones en nuevos alambiques en su destilería de Tennessee. Los productores de bourbon describen el momento como la mayor expansión desde que terminó la Prohibición hace 80 años en Estados Unidos.
Ahora aparecen nuevos jugadores: destilerías en Inglaterra, Bélgica y Taiwán, donde las maltas comienzan a ganar respeto.
Pero donde realmente está la acción es en Escocia. Se reacondicionan viejos alambiques y se ponen en actividad nuevos. Diageo, el productor de bebidas espirituosas más grande del mundo que cotiza en la bolsa británica anunció en 2012 que invertiría más de £1.000 millones en producción de escocés durante los próximos cinco años.
Chivas Brothers, el brazo de gin y whisky del grupo francés Pernod Ricard, declara que su inversión de capital es de alrededor de £40 millones al año.
El año pasado el productor escocés Edrington anunció planes para montar una moderna destilería y centro de visita para su whisky Macallan que costará más de £100 millones.
El marketing se ha convertido en una actividad muy sofisticada. Chivas Brothers acaba de abrir un “Prestige Hall” en su planta embotelladora de Glasgow donde se muestra una línea de producción menos automatizada para las marcas más caras que requieren un packaging especial. La variedad Royal Salute Tribute to Honour viene en una botella decorada con oro y diamantes y tiene un precio de US$ 200.000 sin impuesto.
Pero no todas son buenas noticias. Los productores de whisky escocés están trabados en una batalle lagal con el gobierno de Escocia sobre un precio mínimo que la Scotch Whisky Association fomentaría el proteccionismo en otros mercados.
El whisky escocés también está sufriendo problemas derivados del éxito, como por ejemplo escasez de mercadería añeja. Edrington y otras destilerías están tratando de alejar sus estrategias de marketing poniendo el acento en la edad. Easimismso, el ritmo de inversión aumenta la capacidad a un punto en que el mercado podría ser incapaz de absorber. Sin embargo, el surgimiento de bebedores potenciales en Asia y otros mercados emergentes podría presentar una gran oportunidad.
