El Ministerio de Agricultura y Alimentos de Rusia citó investigaciones que descubrieron una relación entre la experiencia emocional de la vaca y su producción de leche.
Para comprobarlo se realizaron experimentos en el tambo RusMoloko, donde utilizaron cascos de realidad virtual adaptados para la cabeza de una vaca. El objetivo era reducir la ansiedad que produce en los animales el encierro en galpones durante el largo y crudo invierno ruso.
En el experimento las vacas veían un sol radiante iluminando prados verdes acariciados por una suave brisa. De fondo, música clásica. Parece que esas son las condiciones perfectas para que una vaca dé leche. Así, la realidad virtual les muestra verano todo el año. Así, están aumentando la cantidad y la calidad de la producción de leche.
La simulación de un campo veraniego fue creada después de que un estudio sobre visión de la vaca descubrió que el color verde tenía un efecto positivo, mientras que el rojo aumentaba la agresividad.
Víctor Tretyakov, un veterinario que participó del experimento, dijo que “las vacas, como cualquier otro ser viviente, pueden experimentar ansiedad. Una imagen vitual tranquila les hace bien”.