Esta ley permitió que las empresas de software en la Argentina sean competitivas en el mundo. Los países pugnan por tener una industria de software local potente porque es mano de obra intensiva y tiene alto valor agregado, fuerte crecimiento y alta capacidad de generación genuina de divisas. El mundo se está digitalizando y hay una industria global muy dinámica y competitiva detrás de todo este cambio. La Argentina logró capturar parte de este dinamismo gracias al talento de sus recursos humanos, a la vitalidad de sus emprendedores y al apoyo del Estado con este instrumento clave que fue la ley de software. Cuando se promulgó en 2004, las empresas de software empleaban a 15.000 personas. Hoy la cifra trepa a 100.000 empleos registrados directos, de calidad y con un salario mayor al promedio.
La ley de economía del conocimiento es similar a la del software, solo que abarca un espectro mayor de actividades: la producción audiovisual, la biotecnología, la ingeniería genética, la robótica y la industria aeroespacial y satelital, entre otras. Todas ellas forman parte de lo que se llama “la economía del conocimiento”. En la actualidad el conocimiento es el mayor activo de los países. Estas actividades nos permitirán competir mejor en el mundo. Exportando más software, más películas, más biotecnología y más satélites. Exportaciones de alto valor agregado, tan necesarias para sumar ingresos genuinos para el país. El sector de la economía del conocimiento es el que más creció en exportaciones en los últimos diez años,pasando del 1% al 8,5% actual. Lo mismo que exporta todo el sector automotriz y diez veces más de las exportaciones de vinos.
La economía del conocimiento en la Argentina tiene la expectativa es crear 200.000 nuevos empleos registrados y otros 200.000 en actividades relacionadas. Aunque sea un año electoral es muy importante que esta nueva ley sea sancionada por el Congreso Nacional. En septiembre vence la ley de software y si por razones electorales la de economía del conocimiento no se aprueba dejará a todo el sector en una posición muy frágil respecto a los competidores de otros países. La ley de economía del conocimiento es un instrumento concreto para contribuir a solucionar los problemas de la forma más interesante: por el lado del crecimiento. Hacerlo depende de nosotros.