Es curioso pero sin querer el conservador gobierno de China, al prohibir a Playboy publicar su picante revista en ese país, le facilitó el camino hacia lo que la marca está intentando en el resto del mundo: desprenderse de la imagen sexual que tanto éxito le significó en otros tiempos.
Lo cierto es que en China Playboy no tiene nada que ver con el sexo. Allí hay muchos negocios con licencia de Playboy para vender, por lo general a hombres, camisas, pantalones, carteras, zapatos y muchos otros productos.
“Estamos mejorando nuestro portafolio de licencias a largo plazo, mejorando los socios de la marca y Handong United es un socio que puede ofrecer un producto de una calidad superior” dijo Matt Nordby, presidente de la licencia global en Playboy.
Dijo que las ventas minoristas en China — que superaron los US$ 500 millones el año pasado (un tercio de las ventas en todo el mundo – han venido creciendo junto con el PBI chino y no se vieron afectadas por el programa de austeridad del gobierno.
Según Nordby, tienen planes para ampliar la marca a productos femeninos y también al sector joven. La marca ha adquirido un posicionamiento de algo sofisticado, suave, para gente consciente de la moda, algo así como de lujo para las masas.