Según analistas de París, el replanteo forma parte de la estrategia
para defender del ataque canadiense, a su vez una mutación de la "triple
alianza" (Péchiney, Alcan, Algroupe), frustrada en 2000 por la Comisión
Europea. Pero el proyecto no será fácil de llevar a cabo.
Esencialmente, porque Péchiney deberá sortear el mismo obstáculo
que impidió esa compra en marzo: la autoridad antimonopólica de
los Países Bajos. Amsterdam, en realidad, se opone a que Corus se dedique
exclusivamente a siderurgia (idea que Londres no ha objetado, hasta el momento.
A pesar de eso, la firma francesa cree que, ahora, podría reintentar
la operación, por varios motivos; entre ellos uno bastante sospechoso:
Philippe Varin, nuevo CEO de Corus, es francés y proviene de Péchiney.
Varin ha adoptado posiciones más favorables a la empresa gala y menos
proclives a las presiones del gobierno holandés. Por otro lado, apoya
el plan de convertir a Corus en acería "pura", lo cual implica
desprenderse de la división aluminera. Entretanto, Péchiney retiene
una opción exclusiva, por lo cual Corus no puede vender a terceros. Amén
de bloquear a Alcan, su compra le permitiría a Péchiney aumentar
presencia en Holanda y Alemania. A su vez, ello persuadiría a la CE de
rechazar la propuesta Alcan o, por el contrario, hacer que los canadienses aumenten
los magros € 3.400 millones ofrecidos.
Según analistas de París, el replanteo forma parte de la estrategia
para defender del ataque canadiense, a su vez una mutación de la "triple
alianza" (Péchiney, Alcan, Algroupe), frustrada en 2000 por la Comisión
Europea. Pero el proyecto no será fácil de llevar a cabo.
Esencialmente, porque Péchiney deberá sortear el mismo obstáculo
que impidió esa compra en marzo: la autoridad antimonopólica de
los Países Bajos. Amsterdam, en realidad, se opone a que Corus se dedique
exclusivamente a siderurgia (idea que Londres no ha objetado, hasta el momento.
A pesar de eso, la firma francesa cree que, ahora, podría reintentar
la operación, por varios motivos; entre ellos uno bastante sospechoso:
Philippe Varin, nuevo CEO de Corus, es francés y proviene de Péchiney.
Varin ha adoptado posiciones más favorables a la empresa gala y menos
proclives a las presiones del gobierno holandés. Por otro lado, apoya
el plan de convertir a Corus en acería "pura", lo cual implica
desprenderse de la división aluminera. Entretanto, Péchiney retiene
una opción exclusiva, por lo cual Corus no puede vender a terceros. Amén
de bloquear a Alcan, su compra le permitiría a Péchiney aumentar
presencia en Holanda y Alemania. A su vez, ello persuadiría a la CE de
rechazar la propuesta Alcan o, por el contrario, hacer que los canadienses aumenten
los magros € 3.400 millones ofrecidos.












