<p>Se trata del revés más reciente para una empresa sacudida, durante un decenio, por peleas intestinas, despidos de elencos superiores y desorientación estratégica en varios niveles. Ahora, empero, hay bastante más en juego, empezando por los fracasos del incumbente.<br />
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Por ejemplo, hace mes y medio Apotheker anunció (con respaldo de la junta) un drástico programa de reestructuración. Abarcaba la escisión o venta del negocio de computadoras personales –nada menos- y la compra, por US$ 10.300 millones, de una firma británica especializada en software. Pese al apoyo de la junta, el esquema fue muy criticado por accionistas, inversores y expertos, lo cual golpeó las acciones.<br />
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Megan Whitman, ex presidente de eBay incorporada a la junta de H-P recién este año, es candidata al puesto de Apotheker (58 años). Pero no parece muy interesada y esto demorará decisiones. En realidad, el reemplazo del presidente ejecutivo venía discutiéndose desde una semana atrás, cuando se resolvió echarlo. Entretanto, las relaciones suyas con el miembro independiente del directorio, Ray Lane, se veían tensas.<br />
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Si lo despiden, “el inútil” (definición de su oponente principal) afrontará una salida ignominiosa. La compañía, por su parte, sufrirá un severo revés, a apenas trece meses de haber sido seleccionada como una de las mejor manejadas del sector. Desde asumir Apotheker (boticario en alemán), noviembre de 2010, el título de la firma se desplomó más de 40%, en tanto el panel tecnológico (Nasdaq compuesto) avanzaba 1,6%.<br />
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Los problemas de la junta empiezan, en realidad, con el abrupto despido de Mark Hurd por un asunto de polleras, no por motivos empresarios. Por eso, Apotheker modificó la junta remplazando seis vocales con amigos. Pero aún antes, en 2005, aquel directorio fue cuestionado por la manera de echar a Carleton Fiorina. Al respecto, hubo un escándalo de espionaje, pues investigadores privados al servicio de H-P accedieron a registros telefónicos de contactos entre periodistas especializados y directores.<br />
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Entre los actos negativos de Apotheker figuran tres rebajas de perspectivas financieras y la filtración de un memorando que dejaba mal parados a altos ejecutivos. Pero, sin duda, el detonante del colapso es la toma por US$ 10.300 millones de Autonomy Corp., sumada a la intención de separar el negocio de PC, justipreciado en 40.000 millones anuales. A partir de ahora, flota un legado incómodo: ¿como sacarse de encima el “clavo” Autonomy? <br />
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Otra vez, H-P podría resultar descabezada
Léo Apotheker está en la cuerda floja. Esta semana, la junta directiva analiza la suerte del último presidente ejecutivo del gigante tecnológico. Durante una gestión de apenas once meses, la capitalización bursátil de H-P cayó a casi la mitad.