El cincuentón Eike Batista es hijo de un ministro de energía del gobierno militar, quien luego fue presidente de Vale do Rio Doce, antes de la privatización. Siguiendo los pasos de su padre, Eike empezó extrayendo oro en el Amazonas y en pocos años construyó un imperio de varias empresas, relacionadas con los minerales, la energía y las finanzas. Ha sido una figura esencial en el proceso de acercamiento entre Brasil y China, que condujo a que en 2010, China se convirtiera en el principal socio económico de Brasil. Solía ser un visitante asiduo del ex presidente Lula da Silva y de la actual presidenta Dilma Rousseff. La crisis financiera internacional, que produjo un enfriamiento en el espectacular crecimiento de las cantidades y el precio del mineral de hierro (principal producto de exportación de Brasil, que va en su casi totalidad a China), llevaron a una baja del valor de las empresas de Batista, que el año pasado dejó de ser el hombre más rico de Brasil.
Ahora el gobierno le reclama impuestos y contribuciones a la seguridad social no pagos desde el año 2007, según informa el Financial Times. El reclamo estaría relacionado con Anglo American, que desde ese año aumentó su participación en MMX, dedicada a la extracción y exportación de mineral de hierro. Las autoridades brasileñas también están reclamando impuestos por ventas de acciones entre empresas indirectamente controladas por MMX.
“MMX y sus asistentes legales independientes consideran los cargos totalmente infundados, entendiendo que al final del proceso estos deben ser rechazadosâ€, comunicó la empresa. La multa representa cuatro veces las ventas obtenidas por MMX el año pasado, según estimaciones de Bloomberg.
