lunes, 23 de diciembre de 2024

Muere la heredera de Johnson & Johnson

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Barbara Piasecka Johnson, una polaca hija de granjeros, emigró a Estados Unidos, trabajó para una rica familia  y fue la tercera mujer de J. Seward Johnson Sr., heredero de millones hechos de banditas plásticas, aceite para bebé y productos farmacéuticos. Tenía 76 años de edad. 

El mundo la conoció a través de una desagradable batalla legal iniciada a la muerte de su marido, una disputa que la puso contra los seis herederos de su marido, hijos de dos matrimonios anteriores.  De ese juicio ella salió con unos US$ 300 millones de una fortuna de más de US$ 500 millones. 
Con residencia en Mónaco y una de las fortunas más grandes del mundo, Johnson usó su dinero para convertirse en coleccionista de arte y adueñarse de obras de Rembrandt, Rubens, Gauguin y Rafael. 
Su familia anunció su muerte en un diario de Polonia anunciando que había padecido de una larga y grave enfermedad y que será enterrada en suelo polaco. 
“Basia” , como se la llamaba familiarmente, había nacido en 1937 en Staniewicze, una zona de Polonia que ahora pertenece a Bielorusia. Despeués de la guerra, su familia se reinstaló en Wroclaw, donde ellase graduó en historia del arte. 
Abandonó la Polonia comunista, estudió por un tiempo en Roma antes de llegar a Estados Unidos en 1968 con US$ 100 en el bolsillo y ningún conocimiento de inglés. Se empleó como cocinera y mucama con el heredero de Johnson & Johnson y su segunda mujer de más de 30 años. 

Un año más tarde, ellas dejó la familia para tomar clases de arte en la Universidad de Nueva York y Johnson senior. alquiló un departamento para ella en Manhattan y allí se mudó él también. 
En 1971, se divorció de su segunda mujer, madre de dos de sus hijos, y se casó con Piasecka ocho días después. Ninguno de sus hijos asistió a la boda. En aquel momento él tenía 76 años y ella 34. Johnson Sr., hijo del fundador de Johnson & Johnson, legó la mayor parte de su fortuna de más de US$ 500 millones a Piasecka, excluyendo en gran medida a sus hijos y al instituto de investigación oceanográfica que él fundó, Harbor Branch. 
Los hijos impugnaron el testamento alegando que lo hacían por principios. Describieron a su madrastra como una cazafortunas que usó el fraude, amenazas y maltrato para coaccionar a su marido enfermo, de 87 años, a firmar una nueva versión del testamento y dijeron que no estaba en sus cabales cuando lo hizo. 
El viejo lo firmó seis semanas antes de morir de cáncer de próstata luego de haber cambiado el documento muchas veces en los años precedentes, cada vez dejando una porción más grande de su herencia a su tercera mujer. 
Johnson cuestionó el retrato hecho por los hijos de su marido. Dijo que él decidió sacarlos del testamento porque les había dado fondos fiduciarios  en los años anteriores. También dijo que él no quería dejarles más dinero porque estaba molesto por lo que ella llamó su “codicia y conducta escandalosa”. 
En 1986 llegaron a un acuerdo según el cual ella se quedaba con más de US$ 300 millones y el resto iba para los hijos, el instituto oceanográfico, impuestos y tasas fiscales. 
Johnson fue una desconocida en su tierra hasta la caída del comunismo en 1989, cuando ofreció millones de dólares para salvar de la quiebra un astillero en Gdansk. No logró salvarlo, sin embargo.
Una biografía dada a conocer por su abogado se concentra especialmente en sus actividades filantrópicas y relacionadas con el arte. Dice que sus pinturas son dadas en préstamo a museos de todo el mundo y que  fundó la Barbara Piasecka Johnson Foundation en 1974 para ayudar a enfermos y necesitados. Dice también que donó su colección de arte a su fundación para que sea vendida y, con el producido de las ventas, ayudar a gente con autismo. 

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