Según un comunicado, ambas partes siguen trabajando en los términos definitivos del convenio, que deben someterse en julio a la justicia estadual. La demanda colectiva planteaba originalmente hasta US$ 500 millones en daños, pero la compañía podría haber tenido que abonar, de aplicarse una ley de Minnesota al respecto.
El arreglo, tras cuatro años de litigio, coincide con la sexta semana del juicio por jurado, en cuyo curso se revelaron detalles sobre ciertos manejos internos de Microsoft. Gente de la firma se niega a comentar detalles del arreglo preliminar y sólo dice que ésta “se siente feliz al respecto”.
Este asunto es uno de las últimas demandas colectivas que la empresa no pudo arreglar antes. En el caso de Minnesota, William Gates –presidente- y Steven Ballmer –director ejecutivo- estaban incluidos entre los testigos a convocar. Las actuaciones, que supuestamente durarían tres meses, concluyeron antes de que Microsoft comenzara a exponer su posición.
Richard Hagstrom, consejero principal de los litigantes, señaló que restan sin solucionar algunos temas, que se someterían a arbitraje. Todo empezó cuando un grupo que representa a usuarios acusó a la firma de cobrar sobreprecios en softwares Windows y Office. Siguen pendientes similares demandas en Wisconsin y Iowa, como aclaró Hagstrom, también consejero en ambas.
Según un comunicado, ambas partes siguen trabajando en los términos definitivos del convenio, que deben someterse en julio a la justicia estadual. La demanda colectiva planteaba originalmente hasta US$ 500 millones en daños, pero la compañía podría haber tenido que abonar, de aplicarse una ley de Minnesota al respecto.
El arreglo, tras cuatro años de litigio, coincide con la sexta semana del juicio por jurado, en cuyo curso se revelaron detalles sobre ciertos manejos internos de Microsoft. Gente de la firma se niega a comentar detalles del arreglo preliminar y sólo dice que ésta “se siente feliz al respecto”.
Este asunto es uno de las últimas demandas colectivas que la empresa no pudo arreglar antes. En el caso de Minnesota, William Gates –presidente- y Steven Ballmer –director ejecutivo- estaban incluidos entre los testigos a convocar. Las actuaciones, que supuestamente durarían tres meses, concluyeron antes de que Microsoft comenzara a exponer su posición.
Richard Hagstrom, consejero principal de los litigantes, señaló que restan sin solucionar algunos temas, que se someterían a arbitraje. Todo empezó cuando un grupo que representa a usuarios acusó a la firma de cobrar sobreprecios en softwares Windows y Office. Siguen pendientes similares demandas en Wisconsin y Iowa, como aclaró Hagstrom, también consejero en ambas.
