<p>Según datos oficiales, desde que apareció el iPhone, hace más de cuatro años, la gente en Estados Unidos está sacrificando alimento, ropa y entretenimiento, para pagar la cuenta del teléfono. Más de la mitad de los estadounidenses tiene un teléfono inteligente tipo iPhone.</p>
<p>Según el artículo de Anton Troianovski, las compañías dedicadas al negocio de la telefonía están ofreciendo cada vez más novedades. Mayor velocidad de navegación y nuevos planes de bases de datos.</p>
<p>Datos del Departamento de Trabajo, publicados ayer, muestran que el gasto en servicios telefónicos aumentó 4% el último año, marcando el aumento más grande desde 2005, a pesar de la recesión que golpea a la principal potencia mundial.</p>
<p>Con más gente gastando al menos US$200 en teléfonos inteligentes y cuentas telefónicas que rondan los US$100 mensuales, el promedio de gasto anual pasó de US$1.100 en 2007, a US$1.226 en 2011. Por supuesto, el iPhone de Apple, pica en punta. Algunas familias con más de un smartphone llegan a gastar hasta US$4.000 al año, por encima de lo que gastan en Internet y TV por cable.</p>
<p>La mayor felicidad ha sido para compañías como Verizon Wireless y AT&T. Las “Carriers” en Estados Unidos, facturaban en 2007 US$22.000 millones. En 2011, alcanzaron los US$59.000 millones. Y según la consultora internacional UBS, para 2017 podrían llegar a superar los US$100.000 millones en ingresos.</p>
<p>Claro que la pregunta que se hace Troianovski es hasta dónde pueden sacrificar los consumidores en alimentos y ropa. Sobre todo considerando la probabilidad de que la recuperación de la economía estadounidense no se haya producido hasta entonces.</p>
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Mi reino por un iPhone
Un interesante artículo del Wall Street Journal sostiene que la gente está gastando menos en salir, en ropa y comida, pero más en la cuenta del teléfono móvil.