La firma Massi intentó por todos los medios impedir que el jugador del Barcelona inscriba su nombre en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea alegando que, por similitudes gráficas y fonéticas, el apellido se confundiría con el nombre de la compañía.
Pero el Tribunal General de la Unión europea acaba de autorizar al jugador argentino a que registre su marca argumentando que su fama es tal que evita cualquier confusión. “La fama del futbolista contrarresta cualquier similitud visual o fonética”, considera en su fallo.
La victoria, sin embargo, todavía no es definitiva. La sentencia puede recurrirse en un plazo de dos meses.