miércoles, 8 de enero de 2025

Merck eliminará 7.000 empleos y varias plantas. Pero no convence

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La tercera farmoquímica norteamericana busca recortar gastos por hasta US$ 4.000 millones en el quinquenio 2006-10. Pero dudas sobre el plan y las perspectivas financieras del ejercicio entrante hicieron ceder las acciones en Wall Street.

La propia empresa admite que las utilidades de 2006 bajarán no menos de 4,4%. Eso se deberá a la expiración, en junio, de la patente exclusiva que Zocor -su anticolesterólico estelar- posee en Estados Unidos. Esa combinación de factores hizo retroceder los papeles de la firma hasta 4,2% el lunes.

Ese específico había vendido por US$ 770 millones en EE.UU., sólo en el tercer trimestre. Amén de proyectar una cifra anual próxima a los US$ 3.000 millones, revela que Zocor deparaba más ingresos que el analgésito Vioxx en su mejor momento (US$ 2.500 millones en 2003). El segundo medicamento en ventas, Fosamax, tiene patente hasta 2008.

El mercado tampoco se mostró impresionado por los pronósticos de la compañía. Su conducción asegura que “se volverá a márgenes de ganancia normales en algún momento de 2008”. Lo curioso es que Richard Clark, nuevo director ejecutivo, defina al plan quinquenal de recortes como “primera fase de un programa a largo plazo”.

El ejecutivo no dio detalles suficientes y dejó demasiadas incógnitas en al aire. Por ejemplo, si es cierto que el grueso de los puestos laborales a suprimir está en manufactura, investigaciòn y desarrollo. Este último detalle es clave porque, de ser cierto, Merck dejaría de innovar y se convertiría en fabricante de genéricos.

Tal como informa el comunicado, la compañìa se desprenderá de hasta 11% de la plantilla laboral, en una restructuración global. Casi la mitad de los 7.000 despidos y retiros será en EE.UU. En cuanto a cierre y ventas, afectarán de cinco a treinta plantas alrededor del mundo. En Latinoamérica, donde se llama todavía Merck, Sharp & Dohme, opera en Brasil, Méjico y Costa Rica (años atrás, estaba en otros tres países, Argentina entre ellos).

La propia empresa admite que las utilidades de 2006 bajarán no menos de 4,4%. Eso se deberá a la expiración, en junio, de la patente exclusiva que Zocor -su anticolesterólico estelar- posee en Estados Unidos. Esa combinación de factores hizo retroceder los papeles de la firma hasta 4,2% el lunes.

Ese específico había vendido por US$ 770 millones en EE.UU., sólo en el tercer trimestre. Amén de proyectar una cifra anual próxima a los US$ 3.000 millones, revela que Zocor deparaba más ingresos que el analgésito Vioxx en su mejor momento (US$ 2.500 millones en 2003). El segundo medicamento en ventas, Fosamax, tiene patente hasta 2008.

El mercado tampoco se mostró impresionado por los pronósticos de la compañía. Su conducción asegura que “se volverá a márgenes de ganancia normales en algún momento de 2008”. Lo curioso es que Richard Clark, nuevo director ejecutivo, defina al plan quinquenal de recortes como “primera fase de un programa a largo plazo”.

El ejecutivo no dio detalles suficientes y dejó demasiadas incógnitas en al aire. Por ejemplo, si es cierto que el grueso de los puestos laborales a suprimir está en manufactura, investigaciòn y desarrollo. Este último detalle es clave porque, de ser cierto, Merck dejaría de innovar y se convertiría en fabricante de genéricos.

Tal como informa el comunicado, la compañìa se desprenderá de hasta 11% de la plantilla laboral, en una restructuración global. Casi la mitad de los 7.000 despidos y retiros será en EE.UU. En cuanto a cierre y ventas, afectarán de cinco a treinta plantas alrededor del mundo. En Latinoamérica, donde se llama todavía Merck, Sharp & Dohme, opera en Brasil, Méjico y Costa Rica (años atrás, estaba en otros tres países, Argentina entre ellos).

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