El IAE Business School, escuela de negocios de la Universidad Austral, realizó un sondeo a 1283 empresarios de Argentina, Uruguay, Chile y Colombia, en colaboración con el IEEM (Uruguay), el ESE (Chile) y el INALDE (Colombia) sobre perspectivas frente a la coyuntura, principales preocupaciones y adaptabilidad
Frente a la pandemia de COVID-19 que estamos atravesando Mundialmente, el IAE Business School realizó una encuesta de la que participaron 1283 empresarios de Argentina, Uruguay, Chile y Colombia sobre sus perspectivas frente a la coyuntura, sus principales preocupaciones respecto al brote de COVID-19 y su adaptabilidad a esta pandemia.
Uno de los datos que arrojó esta encuesta fue el nivel de desaprobación de los empresarios en relación a las medidas tomadas por cada uno de sus gobiernos para atenuar el impacto de la crisis provocada por la pandemia (83% en la Argentina).
Roberto Vassolo, profesor del IAE Business School y quien lideró el sondeo señaló: “Es muy notable la diferencia entre la aprobación del empresariado uruguayo a las medidas implementadas por el gobierno de Lacalle Pou, contra el sentimiento de insuficiencia que manifiesta el sector empresario en Argentina”.
“Es notable pero no debería llamar la atención: en Uruguay hubo un cambio de gobierno y las reglas de juego no cambiaron. Lacalle Pou considera que la salida de la crisis es a través del sector productivo y tiene gestos. En Argentina, en 6 meses: modificaron las retenciones al agro, dieron marcha atrás con la reducción de impuestos, discutieron gravar el blanqueo, suspendieron la posibilidad de constituir una SAS, frenaron la aplicación de la ley de economía del conocimiento y le corrieron el arco a la industria del software, mientras discuten crear nuevos impuestos, en el país con mayor carga impositiva del mundo, según el reporte anual del Banco Mundial “doing business”.
Santiago Sena, profesor del IEEM, Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo, agregó: “Me choca que un gobierno que fue elegido por el pueblo argentino haciendo campaña con una pantalla que contaba PyMEs que cierran y que se haya comprometido a trabajar para que cada vez haya más pequeñas y medianas empresas, no haya sido más rápido de reflejos para frenar el impacto de la cuarentena en el sector productivo”.
Respecto a la pregunta, sobre que iniciativas están considerando en sus empresas para capear la crisis, en Uruguay las iniciativas más consideradas fueron: ajustes en los costos no laborales (50,3%), ajustes en el servicio o producto (48,3%), el pase a seguro de paro (42,8%).
Lo más preocupante, un 17,3% analizó iniciar un procedimiento preventivo de acreedores. En Argentina, en cambio, se buscó mucho más cuidar las fuentes de trabajo y el grueso del ajuste pasó por los costos no laborales y por la creación de fuentes alternativas de ingresos (como el lanzamiento de nuevos productos, (40,7%). Sólo el 6,5% analizó los procedimientos preventivos.
Sena señaló: “Muchos respondentes mostraron preocupación por el impacto de la crisis no sólo en el sector productivo, sino también en los sectores populares. En ese marco, en Uruguay, 3 de cada diez empresas están considerando iniciativas de RSE mientras que, en Argentina, el porcentaje es mayor, alcanzando a un tercio. La crisis no nos quitó empatía ni humanidad: esa capacidad de trascender el propio interés incluso en las situaciones más adversas y apremiantes nos tiene que dar esperanza”.
Al ser consultados, si habían tenido a causa de la crisis provocada por el brote de COVID19, algún efecto en su salud física, y qué conductas y emociones les generó esta pandemia, los principales sentimientos señalados por los empresarios fueron preocupación, incertidumbre y angustia “Esto se repite de ambos lados del Río de la Plata. Sin embargo, en Argentina, los empresarios llegan a un nivel de afectación tal que 3 de cada 10 sintieron los efectos de la crisis en su salud física. Esto habla de la presión, de lo pesada que es la carga y del impacto que tiene este momento sobre las personas”, destacó Vassolo.
En Argentina, para muchas industrias (70% de quienes respondieron), la venta online no es una posibilidad (industrias tales como: energía, agro, metalurgia, transporte marítimo, química y petroquímica, turismo, construcción, entre otras).
Para quienes la pudieron implementarla (textil, retail, farmacia, salud, servicios profesionales), el canal de venta subió entre 1 y 25% para el 8%; entre 26 y 50% para el 8,8% de las empresas y más del 50% para el 13,3% de las empresas. En Colombia, en cambio, el e-commerce subió entre 1 y 25% para el 24,5%; entre 26 y 50% para el 8,1% de las empresas y más del 50% para el 11% de las empresas.
Otro punto a destacar que arrojó esta encuesta es que, en Argentina, más de la mitad de las empresas no digitalizó ningún proceso durante el aislamiento. Entre las que lo hicieron, se destacan la migración a la nube (12,6%), la creación y gestión de aplicaciones (el 9,9%) y el fortalecimiento del data analytics (4,5%).
“Entender cuál es la expectativa, en términos de daño para la economía y para los negocios particulares de las empresas, es muy interesante e importante porque tan malo como ser desmesuradamente optimista es pasarnos de pesimismo. En ese sentido, la encuesta da una radiografía muy interesante” Concluyó Roberto Vassolo, profesor del IAE Business School.