Hasta ahora la compra de un auto implicaba una conocida rutina: visitar una concesionaria, probar el auto, regatear el precio, elegir un plan de financiación y finalmente sacar el auto.
Esta semana Volvo Cars anunció que se propone fabricar solo autos eléctricos para 2030 y venderlos todos online. No es la única que se propone recortar el papel de las concesionarias. Hace dos años Tesla anunció que cerraría la mayoría de sus negocios a la calle antes de eliminarlos completamente.
Las tiendas por departamento y los centros comerciales sufrieron una enormidad durante la pandemia de Covid 19 mientras lsos consumidores se vieron obligados a recurrir a los compras por Internet. Así, se acostumbraron a maneras apps móviles y a que les entreguen sus productos y servicios en la puerta de sus casas.
Esta revolución en el retail comienza ahora a extenderse a las casas. Todo esto es parete del gran movimiento “directo al consumidor”. Volvo va a mantener algunas concesionarias, pero las va a usar como centros de asesoramiento y exhibición de vehículos. Internet también sacudió el sector de venta de automóviles llevando más transparencia a los precios. Ahora, quien quiera comprar un auto puede buscar ofertas y comparar los precios en distintos sitios. Todo esto pone más y mejor información en manos de los consumidores y limita las acciones de las concesionarias. Significa que los autos (y tal vez también las casas) pueden llegar a tener precios fijos.