Lyft, la gran rival de Uber en alquiler de autos con conductor, comenzó hoy – 29 de marzo 2019 — a cotizar en bolsa con una sensacional OPI que llenó todos los titulares.
Había fijado US$ 72 por acción para su debut pero su primer precio fue de US$ 87,24, un aumento de 21,2%. En sus primeros documentos presentados a la SEC, había establecido un rango de entre US$ 62 y US$ 68. Pero el interés de los inversores en las rondas de negociación terminaron elevando el precio.
Hubo mucho interés en Lyft pese a que el año pasado cerró con pérdidas netas de US$ 911 millones. Habrá que ver si estos precios – que son producto del entusiasmo del primer día – se sostienen en el tiempo.
Durante la ola de este año de ofertas públicas iniciales los inversores deberán decidir si se sienten cómodos apostando a compañías que todavía deben demostrar que pueden dar ganancias. Lyft perdió US$ 911 millones en 2018 y no tuvo un solo trimestre de ganancias.
Se calcula que Uber podría salir al mercado en abril con una valuación cercana a los US$ 120.000 millones. También es crónicamente deficitaria. El único trimestre en que arrojó ganancias fue el primero de 2018 gracias a fusiones con rivales regionales en Rusia y el Sudeste asiático. Perdió US$ 2.800 millones en los restantes tres trimestres.
Las pérdidas de Lyft se deben, en gran medida, a su costosa batalla por quitarle participación a Uber en el mercado norteamericano. En 2018 gastó US$ 800 millones en marketing para atraer conductores y clientes. Otros US$ 540 millones en programas de incentivo. No está claro si proyecta cambiar de planes para revertir esas pérdidas en el futuro cercano.