Afirma que el Tratado de Asunción, sus protocolos, los tratados del sistema 4+1, las normas extra-Mercosur, como las de la Organización Mundial de Comercio, y eventuales convenios como el que podría negociarse con la Unión Europea y otros subbloques, requieren de la armonización interna de la unión aduanera sudamericana constituida hace casi 20 años.
Y que al no ser el sistema supragubernamental sino intergubernamental, ya que en los consensos participan los países, sería fundamental contar con órganos que definan, decidan, normen, desde su autonomía, existencia propia, independencia de la voluntad coyuntural de las partes, a las que, sin embargo tendría que reportarse.
Destaca Elizondo que asimismo faltaría aún normar, por ejemplo, en materia de empresas y sociedades, nada menos, donde no existe un genuino derecho de la asociación que permita trabajar más allá de los límites de los países (viejos límites, ahora).
“En Europa, por ejemplo, se ha legislado en la figura del grupo económico a nivel comunitario. Aquí se necesitaría avanzar en la materia”, puntualiza.
Del mismo modo, señala la importancia de armonizar el derecho para las empresas que tienen sucursales en diversos países, los joint ventures y todo tipo de acuerdo de cooperación entre empresas, permanente y libre, etc.
“Por ello claramente estamos ante la necesidad de mejorar las políticas domésticas hacia la apertura, de afinar la “afectio societatis”, y de dar un salto de calidad en lo institucional”, sentencia.