El interrogatorio es la última fase de una investigación que duró 13 meses que realizaron los legisladores sobre el poder de marcado de Big Tech y durante los cuales analizaron 1,3 millones de documentos, algunos de los cuales podrían publicar.
La lista de quejas es larga y variada, pero las críticas dirigidas a las cuatro compañías – que juntas tienen un valor de mercado de casi US$ 5 billones (millones de millones) – será que han usado el candado con que encierran a los consumidores para ahogar la competencia de rivales más pequeños.
La comparecencia será virtual, por Webex y los cuatro serán interrogados por los “inquisidores”. De todos modos los cuatro se sentarán juntos a enfrentar el interrogatorio.
Jeff Bezos tiene garantizado un papel central. Esta será su primera aparición ante el Congreso y se supone que la comisión antimonopólica lo interrogará sobre evidencia que la compañía entregó con anterioridad. La cobertura previa de esta audiencia ya colocó a Bezos en la primera fila.
Si los miembros de la comisión quieren hacer de esto un punto de inflexión en el creciente poder de Big Tech tendrán que ser muy disciplinados en su ataque. Intentarán pintar a las compañías como poderosos guardianes de los mercados online que están distorsionando la competencia.
Los CEO tecnológicos se dedicarán a presentarse como amigos de los consumidores y a sus plataformas como esenciales para la economía digital, particularmente durante la pandemia. El resultado de lo que pase hoy podría dar forma a la próxima fase de los esfuerzos políticos por mantener a raya a Big Tech.
