Esto puede ser un duro golpe para 85.000 empleados pero, en especial, para los 4.700 socios externos que, en general, jamás tuvieron nada que ver con Enron, Global Crossing, Qwest y otros faux pas de AA.
Como es habitual entre las “cinco grandes” auditoras estadounidenses, AW exige a cada socio aportar dinero al grupo año por año (entre US$ 250.000 y 500.000, según ingresos, antigüedad, giro de negocios, etc.). Por lo común, eran inversiones rentables.
Tanto que muchos socios han estado pagando por decenios hasta tener colocaciones fuertes en la empresa. Hoy, esos fondos están expuestos a demandas o reclamos indemnizatorios por parte de accionistas, autoridades regulatorias y la propia justicia.
Esto puede ser un duro golpe para 85.000 empleados pero, en especial, para los 4.700 socios externos que, en general, jamás tuvieron nada que ver con Enron, Global Crossing, Qwest y otros faux pas de AA.
Como es habitual entre las “cinco grandes” auditoras estadounidenses, AW exige a cada socio aportar dinero al grupo año por año (entre US$ 250.000 y 500.000, según ingresos, antigüedad, giro de negocios, etc.). Por lo común, eran inversiones rentables.
Tanto que muchos socios han estado pagando por decenios hasta tener colocaciones fuertes en la empresa. Hoy, esos fondos están expuestos a demandas o reclamos indemnizatorios por parte de accionistas, autoridades regulatorias y la propia justicia.