Sin duda, a partir del contexto de pandemia, este objetivo que motoriza todas nuestras actividades ha cobrado aún mayor relevancia. Llevarle seguridad a nuestros colaboradores y clientes fue y sigue siendo nuestra prioridad absoluta.
Por eso, para garantizar la continuidad de las operaciones, cuidando al mismo tiempo la salud de toda nuestra cadena de valor, rápidamente adaptamos nuestra dinámica de trabajo a una modalidad remota a nivel interno y externo. Maximizamos la realización de auditorías de certificación bajo un formato virtual e incorporamos modalidades de videoconferencia para nuestras capacitaciones presenciales.
Asimismo, creamos un protocolo de actuación, coordinado por un Comité de Crisis que monitorea su implementación y planes de acción en forma permanente.
¿Qué hicimos en términos de transformación tecnológica?
- Adquirimos nuevas herramientas digitales de trabajo con capacitaciones escalonadas a todo el personal para que adquieran habilidades de uso
- Migramos nuestros sistemas y servicios a la nubepara incrementar el nivel de confianza y seguridad que nos caracterizan
- Unificamos el proceso comercial mediante un sistema integrado para así lograr una visión 360°
Si bien la incorporación de tecnología formaba parte de nuestro proyecto estratégico desde 2019, el contexto hizo que se acelere fuertemente, lo que nos permitió mejorar la rentabilidad y la sustentabilidad y alcanzar resultados destacados, tales como:
- Aumento de productividad
- Optimización y reducción de costos
- Agilidad y dinamismo en los procesos
De esta manera, vivimos la transformación tecnológica no solo en términos de procesos, sino como cambio estructural. El nuevo esquema de trabajo “IRAM Flexible” que proporciona a nuestro personal una mejor calidad de vida y a nuestros clientes, un mayor valor agregado llegó para quedarse.
(*) Director general de IRAM, realizó un balance del 2020. ¿Cuáles fueron los desafíos y aprendizajes en contexto de pandemia?
