Bob Dudley, CEO de BP, advirtió la semana pasada que la industria está perdiendo la batalla del talento porque los millennials no solamente buscan una buena carrera sino que además quieren hacer un aporte a la sociedad. Citó una investigación de la consultora McKinsey para decir que los miembros de esa generación, que ahora tiene entre 20 y 30 años, no quieren trabajar en petróleo por la mala imagen que da.
Dudley reclamó que hay que esforzarse por comunicar el compromiso de ayudar al mundo a cambiar hacia formas más limpias de energía. “De lo contrario”, dijo, “perderemos a los jóvenes que necesitamos para liderar la transición”.
Los líderes de la industria petrolera reconocen que, además de las preocupaciones ambientales, la suya tiene la reputación de “industria vieja”. Los jóvenes de hoy buscan un ambiente tecnológicamente avanzado y cuando piensan en als petroleras la imagen que les viene es de cañeráis cubiertas de grasa.
En realidad, la tecnología digital está comenzando a transformar el negocio petrolero con monitoreos remotos reemplazando a algunas de las tareas más peligrosas y desagradables. Esos son los aspecto, reclamó Dudley, que hay que enfatizar en la comunicación sobre el negocio. Eso puede atraer a los nativos digitales.