Ninguna otra de las grandes automotrices globales ha sido acusada hasta ahora de prácticas similares a las de VW, el tema de la confianza en el sector , ya de por sí bastante bajo por el obligado retiro de vehículos de alta gama, las fallas encontradas en General Motors y Toyota y Takata, ha quedado dañado una vez más.
BMW, Daimler, Ford, Renault-Nissan y Jaguar Land Rover han negado rotundamente usar software como el de VW para dar resultados de emisiones que no se atienen a la realidad en sus vehículos a gasoil.
Sin embargo, los organismos reguladores sienten ahora interés por investigar. La Environmental Protection Agency, el organismo de vigilancia de Estados Unidos que descubrió el engaño de VW, proyecta ahora examinar autos de otras fabricantes y en Europa varios gobiernos han iniciado investigaciones para determinar si los tests de emisiones han sido violados.
Eso pone a toda la industria automotriz bajo el microscopio. Si una hizo trampa, no se puede descartar que no se le haya ocurrido a alguna otra. Los grupos ambientalistas en pie de guerra, pues hace años que vienen advirtiendo que los nuevos autos emiten mucho más monóxido de carbono y otros contaminantes en las rutas que en los tests de laboratorio.