AirX es una compañía de alquiler de jets privados con sede en Malta. Con la pandemia y las restricciones a los viajes aéreos el negocio estuvo a punto de desaparecer. Pero al cabo de varios meses, explica su dueño y CEO John Mathews, el negocio repuntó, para AirX y también para sus competidores .
Por lo general este tipo de compañías tienen su mercado en los vuelos de negocios pero muy poco de la nueva demanda llega proviene del sector corporativo, que prácticamente se congeló una vez que las conferencias y las reuniones saltaron al mundo virtual.
No, la nueva demanda proviene de personas adineradas en viaje de esparcimiento que, al no poder hacer los viajes comerciales o no querer arriesgarse mezclándose con multitudes, están permitiendo que el mercado de los jets privados evite la catástrofe que afrontan las aerolíneas comerciales.
Si bien todavía no hay cifras para el mes de junio en el sector de la aviación comercial, IATA (International Air Transport Association) publicó las correspondientes al mes de mayo: la actividad cayó 91,3% con respecto al año anterior.
Por el contrario, los vuelos privados cayeron 70% en abril pero solamente 28% en junio, según informa WingX, el grupo que monitorea el negocio de la aviación. Esa recuperación continuó en las tres primeras semanas de julio. La aviación privada global cayó apenas 19% con respecto a los niveles anteriores a la pandemia.
NetJets, una de las más grandes compañías de jets privados afirma que su demanda estba en un 85% de los niveles normales de vuelos a finales de junio después de caer 20% a fines de abril.
