Kraft se fusiona con Heinz y ambas pasan a ser propiedad de la sociedad formada por el grupo brasileño de capital privado 3G Capital y Berkshire Hathaway de Warren Buffet.
En la nueva compañía, que se llamará Kraft Heinz, 51% de las acciones quedarán en poder de Heinz y 49% de Kraft. Los brasileños y Buffet invierten unos US$ 10.000 millones adicionales para distribuir como dividendos a los accionistas de Kraft. Aspiran con esta operación a ahorrar US$ 1.500 millones en costos operativos.
Según los términos del acuerdo los accionistas de Kraft recibirán acciones en la compañía combinada y un dividendo especial de US$ 16,50 por acción. Cuando la operación se haya terminado, tendrán una participación de 49% en la compañía fusionada, mientras que los accionistas de Heinz serán dueños de 51%.
Los directorios de ambas compañías aprobaron por unanimidad la operación que, se estima, quedará finalizada en la segunda mitad del año. Falta, sin embargo, la aprobación de los accionistas de Kraft.
Buffet declaró entusiasmado a la prensa que son dos empresas ganadoras las que juntan sus famosas marcas. “Es justamente el tipo de transacción que a mí me gusta”.
¿Cuál es el objetivo que se busca con la fusión? Reducir costos y mejorar el crecimiento de las dos compañías, además de montar a Kraft sobre las fuertes espaldas del alcance global de Heinz. En los últimos tiempos Kraft ha tenido alguna dificultad para adaptarse a las nuevas exigencias de los consumidores relacionadas con alimentos más frescos y menos procesados.