El trato combinará una batería típica de J&J –incluye el analgésico Tylenol o loas productos dérmicos Neutrogena- con marcas de Pfizer tan populares como Rolaids, Zantac (antiácidos), Benadryl (antialérgico) o Bengay (linimento). J&J parece haberse impuesto a varios aspirantes, entre ellos GlaxoSmithKline o la británica Reckitt Benckiser, durante una puja iniciada en febrero (cuando Pfizer puso la división en subasta).
Estimado en algo por encima de US$ 16.000 millones, varios expertos creen que J&F estará pagando bastante más que los 14.000 millones calculados en el mercado. Sea como fuere, la toma engrosará lo que, hasta ahora, era la división más chica de las tres principales que componen J&J.
A criterio de Goldman Sachs, la unidad productos de consumo de J&J será 40% más grande que la actual y representará 24% de las ventas empresarias. En el último trimestral circulante, la división vendió por US$ 2.300 millones: o sea, 18% del total para el grupo.
Cuando Pfizer anunció la venta, hace cinco meses, la unidad de medicamentos para consumo aportada 8% de ingresos pero sólo 4% de utilidades operativas. La compañía quería liquidarla para centrarse en especialidades bajo receta, su negocio más rentable. Los rubros ahora escindidos representaron en 2005 ventas por US$ 3.900 millones, 10% más que en 2004 pero apenas 8% sobre un total de 52.000 millones, y 670 de utilidad operativa (4%).
El año pasado, Bristol-Myers Squibb hizo lo mismo y le vendió a Novartis su división de consumo. Los US$ 660 millones obtenidos pasaron a un programa cuya clave es poner el foco sobre diez males o patologías específicas.
A fines de 2005, a la sazón, J&J acumulaba más de US$ 16.000 millones en caja. Cuando fracasó su intento de tomar Guidant (dispositivos para tratamientos cardíacos), se quedó con los US$ 25.000 millones que había puesto en juego más 700 de multa por el desistimiento de Guidant.
El trato combinará una batería típica de J&J –incluye el analgésico Tylenol o loas productos dérmicos Neutrogena- con marcas de Pfizer tan populares como Rolaids, Zantac (antiácidos), Benadryl (antialérgico) o Bengay (linimento). J&J parece haberse impuesto a varios aspirantes, entre ellos GlaxoSmithKline o la británica Reckitt Benckiser, durante una puja iniciada en febrero (cuando Pfizer puso la división en subasta).
Estimado en algo por encima de US$ 16.000 millones, varios expertos creen que J&F estará pagando bastante más que los 14.000 millones calculados en el mercado. Sea como fuere, la toma engrosará lo que, hasta ahora, era la división más chica de las tres principales que componen J&J.
A criterio de Goldman Sachs, la unidad productos de consumo de J&J será 40% más grande que la actual y representará 24% de las ventas empresarias. En el último trimestral circulante, la división vendió por US$ 2.300 millones: o sea, 18% del total para el grupo.
Cuando Pfizer anunció la venta, hace cinco meses, la unidad de medicamentos para consumo aportada 8% de ingresos pero sólo 4% de utilidades operativas. La compañía quería liquidarla para centrarse en especialidades bajo receta, su negocio más rentable. Los rubros ahora escindidos representaron en 2005 ventas por US$ 3.900 millones, 10% más que en 2004 pero apenas 8% sobre un total de 52.000 millones, y 670 de utilidad operativa (4%).
El año pasado, Bristol-Myers Squibb hizo lo mismo y le vendió a Novartis su división de consumo. Los US$ 660 millones obtenidos pasaron a un programa cuya clave es poner el foco sobre diez males o patologías específicas.
A fines de 2005, a la sazón, J&J acumulaba más de US$ 16.000 millones en caja. Cuando fracasó su intento de tomar Guidant (dispositivos para tratamientos cardíacos), se quedó con los US$ 25.000 millones que había puesto en juego más 700 de multa por el desistimiento de Guidant.