Implicancias de la fusión de Renault con Fiat Chrysler

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Cambiaría el mundo automotor con el tercer fabricante más grande del sector

 En octubre del 2014, la casa automotriz italiana Fiat adquirió a su homóloga estadounidense Chrysler cuando ésta se encontraba en problemas financieros. La compañía resultante adquirió el nombre de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), que hoy en día es el octavo mayor fabricante de autos del mundo con un portafolio de marcas que incluye, además de Fiat y Chrysler, a Alfa Romeo, Dodge, Jeep y Maserati. Ahora podrían adelantar otra fusión para convertirse en el tercer fabricante más grande del mundo, esta vez con la casa francesa Renault, según advierte Latin American Post.

Según datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles, Renault es en este momento el noveno fabricante más grande. Además, es dueño de la marca rumana Dacia y conforma una de las alianzas más poderosas de la industria con los fabricantes japoneses Nissan y Mitsubishi.

Hace unas semanas, FCA contactó a Renault con una propuesta de fusión equitativa, en dónde cada empresa controlaría el 50% de una nueva conformada por ambos y que alcanzaría ventas anuales de 8,7 millones de vehículos. Renault comentó que ‘analizaría la propuesta con interés’ y que la considera amistosa.

De ser exitosa la fusión, sólo Volkswagen y Toyota superarían en tamaño a la empresa conjunta conformada por FCA y Renault.

Una alianza mutuamente beneficiosa

La propuesta de FCA surge de la necesidad de adaptarse a un panorama cambiante para los fabricantes de automóviles, que deben asumir con rapidez cambios significativos en la regulación automotriz, incluyendo países enteros con planes de descontinuar el uso de vehículos impulsados por combustibles fósiles.

Ante el anuncio de la posible fusión, las acciones de Renault se apreciaron más de 15% en París, y las de Fiat un 11% en Milán.

La perspectiva positiva en la bolsa refleja lo que muchos inversionistas consideran una jugada estratégica lógica. FCA presenta un considerable retraso en la fabricación de automóviles eléctricos, pero es fuerte en el sector de vehículos todoterreno, de carga y comerciales. Por su parte, Renault y Nissan sí han adelantado proyectos importantes en el campo de los automóviles eléctricos, y se podrían beneficiar de la capacidad industrial de FCA para fabricarlos a mayor escala.

Además, mientras que FCA se desempeña con comodidad en el mercado estadounidense, en donde domina con Dodge, RAM y Jeep, carece de una presencia fuerte en Europa. Renault funciona al contrario, sin presencia alguna en los Estados Unidos, pero con un posicionamiento sólido en Europa.

El acuerdo acarrea obstáculos

Si bien las dos empresas pueden complementar sus áreas de acción, la fusión hará poco para ayudarlas a conquistar el mercado chino, el más grande y de más rápido crecimiento, algo que muchos de sus competidores, incluyendo Mercedes, Audi, BMW y Volkswagen han logrado en los últimos años.

Otro problema que se veía venir refería a Nissan y Mitsubishi. Si bien Nissan mantiene independencia formal de Renault, sí se encuentra estrechamente entrelazada con la empresa francesa a causa de la considerable participación accionaria entre las empresas. Nissan controla el 15% de las acciones de Renault, mientras que Renault controla el 43,5% de las de Nissan.

Los tres fabricantes se reunieron en Yokohama, Japón, para discutir la posibilidad de la fusión con FCA, lo que resultó en una tibia, pero aprobatoria declaración de Nissan asegurando que en general “no ven ningún aspecto particularmente negativo” frente a una posible fusión.

 

 

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