El crecimiento poblacional y la reducción de la pobreza en un contexto de cambio climático y creciente desigualdad, nos exigen acelerar el proceso de transformación para lograr un futuro próspero y pacífico para la humanidad en donde la oferta de salud, alimentos y energía deben contemplar la sustentabilidad social y ambiental. En ese contexto, tenemos dos grandes aliados, la biotecnología y los startups.
Por Matías Peire (*)
La dramática reducción de costos para secuenciar el genoma, la llegada de nuevas tecnologías como CRISPR que permiten editar genes de forma más precisa y sencilla y la irrupción del software y la electrónica en la biotecnología, están acelerando el proceso crecimiento de startups biotecnológicas que quieren cambiar el mundo.
La biotecnología ya no es sólo el descubrimiento de nuevas moléculas para la industria farmacéutica. Reemplazo de agroquímicos, nuevos ingredientes, medicina personalizada, proteínas alternativas, nuevos materiales, nuevas herramientas y procesos entre otros, son las nuevas oportunidades que surgen día a día para solucionar grandes problemas de la humanidad.
La actividad del venture capital (capital emprendedor) comenzó a prestarle atención a estas nuevas oportunidades y en los últimos años las inversiones en este tipo de startups han crecido notablemente proyectándose para este año más de US$ 2.700 millones de inversiones. Silicon Valley que ya contaba con la exitosa aceleradora especializada en biotecnología Indie Bio, este año sumó la propuesta de Y Combinator (la aceleradora de startups más grande del mundo) para acelerar proyectos biotecnológicos. Asimismo, cada vez más fondos de venture capital que tradicionalmente invirtieron en IT están invirtiendo en biotecnología.
¿Qué pasa en Argentina?
Tenemos una gran oportunidad en nuestro país. Existe un mercado local y una industria biotecnológica madura. Grandes y medianas empresas agrupadas en la Cámara Argentina de Biotecnología, hoy ofrecen productos y servicios de punta en alimentos, agro, farma, veterinaria y energía.
Por otra parte, nuestro país cuenta con un sistema científico de calidad y gran tradición.
Argentina cuenta con 1200 investigadores por millón de habitantes, siendo el país con mayor densidad de la región (lo sigue Brasil con 650). Y dentro de esa gran cantidad de investigadores más del 75% está relacionado a ciencias duras. Por último, argentina cuenta con un ecosistema emprendedor con una rica historia y en los últimos dos años se ha revitalizado por las políticas impulsadas desde la Secretaría Emprendedores y PyMES del Ministerio de Producción.
Buscando aprovechar estas tres ventajas, creamos Grid Exponential. Mediante un modelo de company builder articulamos el conocimiento científico, el emprendedorismo y el capital para crear e invertir en empresas biotecnológicas de alto impacto y mirada global. Durante el 2017, mediante un primer fondo creado junto con Grupo Insud, Bagó, Gador, Vicentin y Bioceres creamos e invertimos en las primeras 5 startups.
Con este abordaje, planeamos crear 25 nuevas empresas en los próximos 4 años. Estamos convencidos que los startups biotecnológicos pueden ofrecer grandes soluciones para los grandes problemas de la humanidad y estamos convencidos de que Argentina puede tener un rol protagónico en ese escenario.
(*) Fundador Grid Exponential