Algunos, sin embargo, creen que China tiene otros motivos para recortar sus exportaciones; al controlar la oferta de materiales de alto valor, también puede controlar su uso en productos terminados. Eso la ayudaría en su estrategia de pasar de fabricación de bajo valor a alto valor. Si Groenlandia se convierte en gran proveedor de esos mismos minerales, China perdería el control del mercado y podrían bajar los precios en todo el mundo. Por lo tanto, la política polar importa a muchos más que a las 57.000 personas que viven en Groenlandia.
Groenlandia y los metales subterráneos
Groenlandia es un país autónomo comprendido dentro del reino de Dinamarca. Aunque geográficamente es parte del continente de América del Norte, es considerado culturalmente una isla europea. Con una población de 56.370 personas es el país menos poblado del globo.
En Groenlandia viven sólo 57.000 personas y apenas algo más de 30.000 se presentaron a votar en las elecciones generales del país el 12 de marzo. Pero el resultado de las elecciones parlamentarias del 12 de marzo en ese país tan escasamente poblado podría tener repercusiones en el mundo entero. Le fue concedido el gobierno local en 1979 y se le amplió la autonomía y el autogobierno en 2009 luego de un referéndum en 2008. Dinamarca retiene el control de las relaciones exteriores, defensa nacional y policía, poder judicial y política monetaria.
Al mundo no suele interesarle Groenlandia como país pero le fascina lo que yace bajo su superficie. A medida que se derrite la capa de hielo del país, la fabulosa riqueza minera escondida va quedando al alcance de la mano. Las riquezas del país incluyen metales de “tierras raras†que son esenciales para la producción de muchos dispositivos electrónicos, desde baterías para autos eléctricos hasta pantallas de televisión. Metales como el cerio (usado en la fabricación de vidrio) y el itrio (que se usa para las pantallas electrónicas) figuran entre los que están escondidos bajo el hielo. Muchas tierras raras no son tan escasas como su nombre lo indicaría, pero están muy desparramadas y pueden ser de muy difícil extracción. En Groenlandia a veces se las confunde con el uranio, cuya extracción está prohibida por las actuales leyes nacionales La gran mayoría de los metales preciosos, por lo tanto, siguen bajo tierra.
La minería fue el tema que decidió la reciente elección. Con 43% de los votos, Aleza Hammond, la líder del partido social demócrata Siumut (en groenlandés “Adelanteâ€) se convirtió en la primera mujer primer ministro del país. Los dos partidos principales estaban, en términos generales, a favor de avanzar la exploración de metales, pero Hammond dijo que levantará la prohibición a la extracción de uranio para facilitar la obtención de las valiosas tierras raras. También propuso que las firmas mineras paguen regalías más altas, algo que cayó muy bien entre los votantes, muchos de los cuales sentían que el anterior gobierno había sido demasiado generoso con compañías extranjeras interesadas en explotar los recursos del país.
Si Hammond sigue adelante con sus planes y Groenlandia logra incentivar su extracción de tierras raras, el mercado de metales valiosos podría dar un vuelco. En la actualidad la oferta de tierras raras está dominada por China. En los años recientes China restringió sus exportaciones de tierras raras, citando preocupaciones ambientales. La extracción de metales es sucia y peligrosa y tiene muchos casos de envenenamiento.