(EFE).- General Motors (GM) basará en sus nuevos productos y en una rigurosa política de reducción de costos la estrategia para su recuperación en Europa, después de que el pasado año perdiese en el Viejo Continente US$ 257 millones.
El presidente de general Motors Europa, Michael J. Burns, hizo este anuncio durante la primera jornada dedicada a los medios informativos en la 71 edición del Salón del Automóvil de Ginebra, que permanecerá abierto al público del 1 al 11 de marzo.
Uno de los primeros resultados que GM desea ver concretados respecto a este plan es el crecimiento de cuotas de mercado en algunas décimas de punto, prácticamente las mismas que se perdieron el pasado año.
Burns aseguró que “no nos sentimos orgullosos de los resultados del último ejercicio, pero ya está en marcha un plan para arreglar la situación”.
En este campo, según Burns, “el producto de las firmas de General Motors en Europa (Opel/Vauxhall y Saab) va a ser el ingrediente clave y los nuevos modelos ya se han confirmado como excelentes opciones y la mejora seguirá”.
En la reducción de costos, el máximo responsable de GM Europa reconoció que se habían adoptado “medidas drásticas, pero absolutamente necesarias, para superar una situación de viabilidad financiera”, enmarcando en estas actuaciones los cierres de plantas en Lutton (Gran Bretaña) y Turquía.
Pese a todo, admitió que conseguir los resultados deseados “no va a ser fácil, pues ha habido demasiados gastos estructurales en Europa, aunque es un mercado que aún tiene gran capacidad”.
Burns alabó la alianza con Fiat, que empieza a producir buenos resultados como lo demuestra la recuperación de las ventas de una marca como Lancia el año pasado.
Para Saab, la estrategia de GM es una “ofensiva de producto” que se va a traducir en una política de lanzamientos de un nuevo modelo cada año entre 2002 y 2006.
Burns se refirió a la confianza que para GM demuestra el mercado ruso, “de enorme potencial”, y del Este de Europa, y en esta estrategia se incluye el acuerdo con la rusa Autovaz que, a través de una sociedad de riesgo compartido, en la que también participa el Banco Europeo de Desarrollo, se van a invertir US$ 322 millones (59.570 millones de pesetas).
La producción de GM en Rusia en colaboración con Autovaz se iniciará el próximo año y se llegará a una plena capacidad de 75.000 vehículos dos años después.
Otro frente en el que GM busca mayor asentamiento es el asiático, mediante la posible adquisición de la coreana Daewoo, una operación que, según el presidente mundial de la compañía, Richard Wagoner todavía se encuentra en fase de negociación.
“Daewoo -dijo Wagoner- se está reestructurando y tiene por delante grandes desafíos, sobre todo de orden financiero. Es prematuro aún tomar una decisión, aunque reconozco que los actuales responsables hacen un buen trabajo”.
Los responsables de GM Europa concedieron también un voto de confianza a la marca británica Vauxhall (firma bajo la que se venden en Gran Bretaña los vehículos Opel) y en este sentido, Burns apuntó que “no hay intención de vender Opel en Gran Bretaña, ni Vauxhall en el resto de Europa”.
(EFE).- General Motors (GM) basará en sus nuevos productos y en una rigurosa política de reducción de costos la estrategia para su recuperación en Europa, después de que el pasado año perdiese en el Viejo Continente US$ 257 millones.
El presidente de general Motors Europa, Michael J. Burns, hizo este anuncio durante la primera jornada dedicada a los medios informativos en la 71 edición del Salón del Automóvil de Ginebra, que permanecerá abierto al público del 1 al 11 de marzo.
Uno de los primeros resultados que GM desea ver concretados respecto a este plan es el crecimiento de cuotas de mercado en algunas décimas de punto, prácticamente las mismas que se perdieron el pasado año.
Burns aseguró que “no nos sentimos orgullosos de los resultados del último ejercicio, pero ya está en marcha un plan para arreglar la situación”.
En este campo, según Burns, “el producto de las firmas de General Motors en Europa (Opel/Vauxhall y Saab) va a ser el ingrediente clave y los nuevos modelos ya se han confirmado como excelentes opciones y la mejora seguirá”.
En la reducción de costos, el máximo responsable de GM Europa reconoció que se habían adoptado “medidas drásticas, pero absolutamente necesarias, para superar una situación de viabilidad financiera”, enmarcando en estas actuaciones los cierres de plantas en Lutton (Gran Bretaña) y Turquía.
Pese a todo, admitió que conseguir los resultados deseados “no va a ser fácil, pues ha habido demasiados gastos estructurales en Europa, aunque es un mercado que aún tiene gran capacidad”.
Burns alabó la alianza con Fiat, que empieza a producir buenos resultados como lo demuestra la recuperación de las ventas de una marca como Lancia el año pasado.
Para Saab, la estrategia de GM es una “ofensiva de producto” que se va a traducir en una política de lanzamientos de un nuevo modelo cada año entre 2002 y 2006.
Burns se refirió a la confianza que para GM demuestra el mercado ruso, “de enorme potencial”, y del Este de Europa, y en esta estrategia se incluye el acuerdo con la rusa Autovaz que, a través de una sociedad de riesgo compartido, en la que también participa el Banco Europeo de Desarrollo, se van a invertir US$ 322 millones (59.570 millones de pesetas).
La producción de GM en Rusia en colaboración con Autovaz se iniciará el próximo año y se llegará a una plena capacidad de 75.000 vehículos dos años después.
Otro frente en el que GM busca mayor asentamiento es el asiático, mediante la posible adquisición de la coreana Daewoo, una operación que, según el presidente mundial de la compañía, Richard Wagoner todavía se encuentra en fase de negociación.
“Daewoo -dijo Wagoner- se está reestructurando y tiene por delante grandes desafíos, sobre todo de orden financiero. Es prematuro aún tomar una decisión, aunque reconozco que los actuales responsables hacen un buen trabajo”.
Los responsables de GM Europa concedieron también un voto de confianza a la marca británica Vauxhall (firma bajo la que se venden en Gran Bretaña los vehículos Opel) y en este sentido, Burns apuntó que “no hay intención de vender Opel en Gran Bretaña, ni Vauxhall en el resto de Europa”.