<p>La dolora decisión se adoptó el día 14 y se formalizó este miércoles. Hasta poco antes, se mostraron esa camioneta y otros modelos a clientes, concesionarios, empleados, analistas y la prensa. Según el blog de Thomas Stephens, vicepresidente de General Motors, la estrella era una versión de 4×4 híbrida que se recarga enchufándola a un terminal eléctrico. También se canceló. <br />
<br />
Los fulminantes retiros, interpreta Stephens -ya debiera estar en la calle-. “muestran nuestra velocidad de reacción a la señales del mercado”. Tampoco hay señales de que renuncie Frederick Henderson, presidente de la compañía y amante de decisiones rápidas.<br />
<br />
En una especie de pacto para no dejar malparada la nueva conducción, los medios de Detroit recogen los argumentos de Henderson y Stephens. Unos pocos analistas apuntaron, empero, que cundían en la firma dudas sobre la calidad de esas novedades. Camioneta híbrida inclusive.<br />
<br />
Ahora el vicepresidente sostiene que la tecnología electricidad/nafta Buick “se adaptará de inmediato a otro vehículo”. Pero no da plazo para el proyecto. Los alcances del rechazo multisectorial, naturalmente, dejan en posición desairada a Stephens y Henderson. Ni qué decir de la satisfacción visible en Ford Motor, la alianza Fiat-Chrysler y hasta Toyota Motor, la presente líder mundial, cuyas Hilux no tiene problemas de aceptación.</p>
<p><br />
</p>
GM: chau Buick 4×4, a pocos días de anunciarla
La otrora mayor automotriz mundial resolvió cancelar una camioneta de lujo (el eufemismo en boga es utilitaria deportiva). Presentada el día 6, sus potenciales compradores no le vieron la calidad típica de la marca y el segmento.