Días atrás, la sexta quinta mundial en producción revelaba un declive de 12% en ventas durante 2007. Su retroceso accionario agravó el derrumbe sufrido ese mismo viernes por Wall Street a raíz de temores recesivos o estalfacionarios en la economía de Estados Unidos.
Toyota Motors, tras desalojar a General Motors del primer puesto en producción, le arrebató a Ford el segundo lugar en ventas. Eso no ocurría desde 1931. Por entonces, claro, nadie hubiese imaginado que una firma japonesa quedase primera ni que, en volumen, Ford quedase detrás de Nissan-Renault y Volkswagen en el mundo. No obstante, la empresa estuvo tercera en 1905, pero en un contexto muy distinto.
“La línea de vehículos de Ford sigue siendo preocupante”, señala un informe de Goldman Sachs. A su criterio, la presión de la competencia afecta las pesadas camionetas de la serie F. Esta categoría perdió 13% en ventas durante 2007, pese a ser estrella de la compañía.
Estas novedades complican la situación de Alan Mulally como director ejecutivo. Importado de Boeing en 2006, a raíz de pérdidas por US$ 12.600 millones (récord nominal para Detroit) ese año, no logra recobrar rentabilidad ni participación en el mercado de EE.UU.-Canadá. En 2007, ésta marcó el duodécimo año de retroceso.
Empecinada en ofrecer utilitarios deportivos que el público desdeña, Ford acaba de añadir el Edge y el MKX. Tampoco sale bien parado Mulally: desde que asumió el cargo (septiembre de 2006), Ford ha perdido 26% de participación y, ahora, tampoco los camiones marchan bien. Mientras tanto, a fines de noviembre la capitalización bursátil de la empresa apenas rondaba los US$ 13.000 millones.
Días atrás, la sexta quinta mundial en producción revelaba un declive de 12% en ventas durante 2007. Su retroceso accionario agravó el derrumbe sufrido ese mismo viernes por Wall Street a raíz de temores recesivos o estalfacionarios en la economía de Estados Unidos.
Toyota Motors, tras desalojar a General Motors del primer puesto en producción, le arrebató a Ford el segundo lugar en ventas. Eso no ocurría desde 1931. Por entonces, claro, nadie hubiese imaginado que una firma japonesa quedase primera ni que, en volumen, Ford quedase detrás de Nissan-Renault y Volkswagen en el mundo. No obstante, la empresa estuvo tercera en 1905, pero en un contexto muy distinto.
“La línea de vehículos de Ford sigue siendo preocupante”, señala un informe de Goldman Sachs. A su criterio, la presión de la competencia afecta las pesadas camionetas de la serie F. Esta categoría perdió 13% en ventas durante 2007, pese a ser estrella de la compañía.
Estas novedades complican la situación de Alan Mulally como director ejecutivo. Importado de Boeing en 2006, a raíz de pérdidas por US$ 12.600 millones (récord nominal para Detroit) ese año, no logra recobrar rentabilidad ni participación en el mercado de EE.UU.-Canadá. En 2007, ésta marcó el duodécimo año de retroceso.
Empecinada en ofrecer utilitarios deportivos que el público desdeña, Ford acaba de añadir el Edge y el MKX. Tampoco sale bien parado Mulally: desde que asumió el cargo (septiembre de 2006), Ford ha perdido 26% de participación y, ahora, tampoco los camiones marchan bien. Mientras tanto, a fines de noviembre la capitalización bursátil de la empresa apenas rondaba los US$ 13.000 millones.