<p>El déficit de abril-junio, US$ 8.700 millones o 3,88 por acción, contrasta con utilidades de US$ 750 millones (31 centavos por título), registradas hace un año, o con los modestos 100 millones de enero-marzo. La clave reside en US$ 8.000 millones en liquidaciones y depreciaciones, por cierre de plantas, despidos, retiros y desvalorización de activos, vía Ford Motor Credit.</p>
<p>Para suavizar el impacto de esas cifras, la compañía reveló que doblará la fabricación de vehículos híbridos y colocará más autos chicos (tipo Fiesta) en Estados Unidos-Canadá. Además, convertirá tres plantas de camionetas para construir un Focus de nuevo diseño y otros modelos pequeños o de bajo consumo.</p>
<p>Obviamente, con la nafta a poco más de US$ 1,07 el litro, las cosas cambian radicalmente. Máxime con el derrumbe de ventas causando estragos entre camionetas de lujo y autos de lujo (Lincoln) o semilujo. Por supuesto, el programa de Ford será costoso y la empresa deberá soportar pérdidas durante la transición.</p>
<p>Este rojo marca el sexto en ocho trimestres bajo la conducción de Alan Mulally, ex Boeing. El director ejecutivo admitió que las ventas de utilitarios deportivos la serie F han sido tan malas que la compañía ya no espera superávit este semestre ni todo 2009. Al terminar junio, aún había en caja US$ 26.600 millones.</p>
<p>En menos de dos años al frente, el ex Boeing tuvo ya que hipotecar la empresa (óvalo Ford inclusive) para recomponer efectivos y vender tres marcas de lujo o semilujo (Aston Martin, Jaguar, Land Rover). Le queda la sueca Volvo, cuyo valor de mercado orilla los US$ 8.000 millones. La semana entrante, se conocerá pues la demorada respuesta a la nueva realidad.</p>
<p>Es una apuesta al futuro nada fácil e implica miles de millones en gastos e inversiones. También parece la última trinchera de Mulally, aunque los medios de Detroit eludan el tema. No hay garantías de éxito, si bien analistas allegados al negocio insisten en que el CEO lograr reinventar el negocio automotor. Sea como fuere, se termina la preeminencia de 4×4 y camiones como fuentes de utilidades.</p>
<p>Un amplio deslazamiento en las preferencias de los usuarios (no “consumidores”, como suele decirse hoy) obligan a Ford, General Motors y Chrysler a drásticos replanteos en el mercado norteamericano; esto es, Estados Unidos-Canadá. Ford perdió US$ 15.300 millones en el bienio 2006/6 y, ahora, la golpea un rojo de US$ 8.700 millones. En total, US$ 23.900 millones en dos años y medio.</p>
<p>Entretanto, la compañía abandona proyecciones de ganancia para este semestre y todo 2009. Aun el megafinancista Kirk Kerkorian, nuevo amigo de Mulally que compró más de mil millones en títulos justo durante el catastrófico II trimestre, tiene ahora serias dudas. En cuanto a los mandos medios, son conservadores y no creen que el público se vuelque a modelos chicos.</p>
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Ford Motor perdió US$ 23.900 millones en diez trimestres y ahora tiene que cambiar
La tercera automotriz mundial declaró un rojo trimestral récord. Esto acelera la reconversión a vehículos de menor consumo. Irán desapareciendo utilitarios deportivos y otras camionetas. Tras dos años de malos balances, la realidad se impuso.