<p>Este martes es el día D también para Sheila Williams, portavoz que jugó su puesto defendiendo a Hayward. Por supuesto, se trata de un intento para dejar atrás la crisis originada en el desastre de la plataforma Deepwater Horizon, el 20 de abril. Con la operación de la campana al menos encaminada, pese al segundo huracán en la zona, era tiempo de hacer cambios en la compañía.</p>
<p>La junta se reunió este lunes para aceptar la renuncia del director ejecutivo, que seguramente se conocerá junto con los resultados del trimestre abril-junio. El nombramiento de Dudley se relaciona íntimamente con el derrame, amortiguado pero aún en curso. El alto funcionario, en efecto, es veterano de la actividad y oriundo de la región.</p>
<p>La idea es que el nuevo director ejecutivo asuma el lunes cuatro de octubre. Este hiato es mal visto en la bolsa de Londres, pues implica un cambio de guardia de dos meses y refleja una obsesión de BP: hacer como si esto no fuese una catástrofe crisis en el alto mando. Pero hay un dato de sobra ilustrativo: Barack Obama y su asesor, el almirante Thaddeus Allen, están al tanto desde hace casi una semana.</p>
<p>Curiosamente, Svanberg –de la sueca ABLM Ericsson Telefon- continuará como presidente del directorio. Otro gesto innecesario es la presencia de Hayward cuando se anuncien los pobres resultados y su dimisión. Según fuentes internas, en verdad fue Obama quien planteó el despido de Hayward y prefirió hablar con Dudley, no con Svanberg. Para entonces, en Washington se preparaba la primera visita oficial del primer ministro británico David Cameron, otro defensor frustrado de Hayward y BP.</p>
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Finalmente, cae el director ejecutivo de British Petroleum
Como anticipara este sitio, las horas están contadas para Anthony Hayward al frente de la empresa, aunque no, para Karl-Erik Svanberg, presidente de junta. Algunos medios londinenses apuntan a Robert Dudley director gerente- como reemplazante.