<p>Google había cerrado el sitio en Beijing y otros servicios, el 22 de marzo, para transferirlos a Hongkong. Al cabo de un conflicto que ha dejado en desangelada posición a Estados Unidos, el presidente Barack Obama y la secretaria de estado Hillary Clinton, la empresa cedió ante las leyes chinas. <br />
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Eso confirma el comunicado emitido por Zhang Feng, director de comunicaciones en el ministerio de industria e informática. El funcionario aludió a “reforma y rectificación” en Google. Obviamente, se refería a compromiso anunciado el 30 de junio, o sea el cierre del portal en Hongkong.<br />
A criterio de Zheng, “ambas medidas se conforman a la legislación de nuestro país. El choque con Google amenazaba, señalan en Taipei, los ambiciosos planes de Beijing en el campo de Internet. Sin romper el silencio al respecto, Taiwán opina en privado como los disidentes continentales: “es una capitulación de Occidente ante un régimen totalitario que aprovecha mecanismos de mercado, pero no los de la democracia”.<br />
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En efecto, un universo de 300 millones usuarios comprobados y el doble de potenciales era demasiada tentación para Google. Como se sabe, China promueve activamente el uso de Internet y tiene un amplio arsenal para presionar al oeste. Por ejemplo, el masivo portal Baidu, un rival que opera en chino y emplea milenarios logogramas (kanji), comunes a sus cuatro lenguas, mandarín inclusive. Google aún no compite en esa dimensión.<br />
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Final feliz: Google cedió y China le renovó la licencia
El máximo megamotor de búsqueda se rindió ante Beijing, acató las normas de censura oficiales y desconectó el portal libre en Hongkong. Es una derrota para la democracia que avergüenza a Washington, sostienen los disidentes de Falun gafa/Falun gong.