Fiat Chrysler, del paraíso al infierno

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Primero, el anuncio de la automotriz italiana (invertirá US$ 1.000 millones en EE.UU) mereció el aplauso de Donald Trump. Enseguida las autoridades regulatorias iniciaron una investigación sobre violaciones a los niveles de emisión establecidos. Puede recibir una multa de US$ 4.600 millones.

Las felicitaciones presidenciables fueron para Ford y para Fiat Chrysler por invertir en la industria automotriz dentro del país, un tema que se convirtió en clave durante la campaña electoral.Fiat Chrysler dijo que crearía 2 mil empleos en plantas en Ohio y Michigan para construir nuevos vehículos SUV y camionetas.

Pero de inmediato, la Agencia de Protección Ambiental, inició acciones de control sobre esta firma por violar el máximo permitido de los niveles de emisión en más de 104.000 vehículos diesel. De encontrarla culpable, debería pagar una multa del orden de US$ 4.600 millones.

Poco antes. Volkswagen pasó por un proceso similar que terminó cuando aceptó pagar una multa de US$ 4.300 millones por eludir las normas en esta materia. Una despedida de la gestión Obama que pretende ser todo lo duro que sea necesario en esta materia.

Seis ejecutivos de Volkswagen –además del castigo pecuniario- están enfrentando cargos criminales.

 

 

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