Teresa Burki, una inglesa de 46 años, que trabaja en la City de Londres, pagó 12.600 libras esterlinas para acceder a una exclusiva agencias de citas para personas ricas y exitosas. Ahora la demanda por no haberle encontrado la pareja perfecta.
La agencia en la que pagó por una membresía “Gold” se lla a Seventy Thirty y tiene sus oficinas en el distinguido barrio de Knightsbridge. Su aspiración, dijo Burki en la corte, era “encontrar el hombre de sus sueños y el padre de su hijo”.
Teresa Burki es una consultora gerencial divorciada con tres hijos que deseaba encontrar una pareja rica y exitosa con “varias residencias” que quisiera tener un hijo con ella. Pero no le gustó ninguno de los seis candidatos cuyos perfiles salieron como coincidencia.
Seventy Thirty ofrece a sus miembros especialistas en parejas y ofrece miembros de alto valor, algunos personajes prominentes. Su nombre se debe a la teoría qyue dice que la gente exitosa pasa 70% de su tiempo trabajando y 30% socializando.
Burki exige que le devuelvan el dinero pagado por los daños de “angustia, amargura, desencanto y frustración” que experimentó. Insiste en la decepción que le provocó una agencia que se jacta de tener personajes “hombres ricos, disponibles y elegibles”. Alega que aceptó media docena de perfiles pero que luego la agencia no la puso en contacto con ellos y los perfiles que le mostró luego no coincidían con sus requerimientos.
Susie Ambrose, psicoterapeuta fundadora de la agencia, contraataca y la demanda por 75.000 libras esterlinas alegando falsedades y libelo en las reseñas publicadas por Burki online.