Transacciones encubiertas y “contabilidad imaginativa” eran moneda
corriente en los tiempos cuando Jeffrey Skillings era CEO. Es decir, el período
anterior al “reinado” de Kenneth Lay. El hilo conductor sería
Andrew Fastow, director financiero y eminencia gris del grupo, autor de los
hábiles esquemas para fabricar centenares de sociedades ficticias -casi
todas offshore- para disimular pérdidas e inflar ingresos.
En rigor, Skillings y Lay se sucedían entre si; sea como CEO, sea como
presidentes de directorio. Su papel real, empero, era secundario respecto de
Fastow. Ambos actuaban como “superagentes de RR.PP.”, merced a sus
excelentes conexiones con el clan Bush -empezando por su “ideóloga”
Barbara, esposa de George y madre de George W.-, Richard Cheney (actual vicepresidente),
John Ashcroft (hoy secretario de Justicia) y otros personajes influyentes.
Transacciones encubiertas y “contabilidad imaginativa” eran moneda
corriente en los tiempos cuando Jeffrey Skillings era CEO. Es decir, el período
anterior al “reinado” de Kenneth Lay. El hilo conductor sería
Andrew Fastow, director financiero y eminencia gris del grupo, autor de los
hábiles esquemas para fabricar centenares de sociedades ficticias -casi
todas offshore- para disimular pérdidas e inflar ingresos.
En rigor, Skillings y Lay se sucedían entre si; sea como CEO, sea como
presidentes de directorio. Su papel real, empero, era secundario respecto de
Fastow. Ambos actuaban como “superagentes de RR.PP.”, merced a sus
excelentes conexiones con el clan Bush -empezando por su “ideóloga”
Barbara, esposa de George y madre de George W.-, Richard Cheney (actual vicepresidente),
John Ashcroft (hoy secretario de Justicia) y otros personajes influyentes.